Aunque este viernes el gobernador Cuitláhuac García Jiménez descartó que se vaya a implementar el llamado acueducto “Monterrey VI”, dicho permiso fue entregado por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en enero de 2014, durante la administración del entonces presidente Enrique Peña Nieto.
Respecto a este tema, el Ejecutivo veracruzano aclaró que
“el agua es de todos”, sin embargo, señaló que difícilmente el organismo modificaría la directriz del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se manifestó en contra de llevar agua del río Pánuco a Monterrey.
En 2014, el entonces gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina y el entonces director general de la CONAGUA, David Korenfeld, suscribieron un convenio de colaboración para desarrollar acciones en materia hidroagrícola, de agua potable, alcantarillado y saneamiento, entre otras.
Con esto se otorgó el Permiso de Construcción para el Acueducto “Monterrey VI”, afirmando que ello garantizaría llevar el agua a la Zona Metropolitana de esa ciudad.
El convenio de coordinación entre el Gobierno de Nuevo León y la CONAGUA contemplaba “una serie de acciones para mejorar la sustentabilidad de la Zona Metropolitana de Monterrey, con recursos del Fondo Nacional de Infraestructura”.
Respecto al Proyecto Ejecutivo, se estableció que la obra de 382 kilómetros y más de dos metros de diámetro, significaría una inversión de casi tres mil millones de pesos, misma que serviría para abastecer a los más de cuatro millones de habitantes de la zona conurbada, en donde se requería un volumen de 11 mil 500 litros por segundo pero las fuentes de dicha entidad otorgaban 10 mil 500, sin sobreexplotarlas.
“Además, el Proyecto Monterrey VI vencerá un reto adicional: superar el desnivel de casi 300 metros y cruzar cuatro entidades del país para conducir el agua, lo que se logrará con seis plantas de bombeo”, destacó el Gobierno Federal en un comunicado.
Posteriormente, en septiembre de 2016, el exgobernador Jaime Rodríguez Calderón dijo que canceló en definitiva el proyecto “Monterrey VI” y también el contrato que la administración pasada adjudicó a un consorcio encabezado por el Grupo Higa.
“No traeremos agua del Pánuco, eso lo dijimos, porque fue muy cuestionado el procedimiento; yo mismo cuestioné el procedimiento”, argumentó.
Por su parte, este viernes, García Jiménez también se refirió al contrato heredado del Gobierno de Peña Nieto, señalando que pudo haber sido otorgado en circunstancias “poco éticas”.