En la pasada Segunda Ola de la pandemia de COVID-19, en el cementerio municipal “Juan de la Luz Enríquez” de Orizaba se llegaron a enterrar hasta 6 personas al día, aunque no todas fallecieron por el coronavirus, indicó el director e Desarrollo Humano del Ayuntamiento, Fernando Trueba Coll.
Explicó si bien el SARS-CoV-2 ha causado muchos decesos, no ha sido la única causa de muerte, tampoco todos los sepelios corresponden a población de Orizaba, ya que este cementerio está abierto a pobladores de la región.
Detalló que las familias sólo necesitan presentarse en el Registro Civil para que se les extienda la boleta de inhumación y hacer el pago correspondiente a la apertura de la fosa.
A pesar de ese elevado número de entierros, abundó, eso no representa que este cementerio, que comenzó a funcionar desde 1884, se haya saturado, ya que aún tiene una vida útil estimada en unos 15 años más.
Esto se debe a que casi no se abren tumbas nuevas, pues las familias tienen contratado lo que se llama perpetuidad, entonces en un mismo sepulcro se abre para meter el ataúd y pocos son los espacios que se excavan nuevos en las 20 hectáreas de terreno de que consta.