Con lágrimas en los ojos, una mujer logró evadir la seguridad que acompaña siempre al Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa y le pidió su intervención para la pronta localización de su sobrino que fue secuestrado el pasado 12 de octubre en el puerto de Veracruz.
A pesar de los empujones y lo lastimada que salió por la fuerza bruta utilizada por los guardias del primer mandatario, dijo que Duarte de Ochoa se comprometió a hablar vía telefónica con la madre del joven secuestrado, Gustavo García Baruch, para apoyarla en medida de sus posibilidades.
“Mi sobrino tiene 26 días desaparecido, se lo llevaron de su casa en Veracruz, estudiaba en la “Cristóbal Colón”, en el último semestre de medicina”, afirmó.
Colgada del brazo de Javier Duarte y llorando en su hombro, la mujer caminó unos metros a su lado y pidió su apoyo.
“No nos dejaron subir al estrado, nos metimos a la fuerza para poder pedirle que nos ayude, dijo que le hará una llamada a la mamá del joven en su camioneta”, dijo llorando y se retiró.