La docente Rosalía, de Coatzacoalcos, “amparó” un árbol de almendras para evitar que una vecina lo cortara. La profesora de primaria explicó que, hace unos días, una dama que llegó a vivir hace al menos 3 meses a su colonia, Puerto Esmeralda, contrató a una persona para que, a las 6 de la mañana, cortara un árbol de almendras que está en la banqueta.
Pese a que el árbol no está en su terreno, la mujer refirió que lo cortaría porque las hojas caen en su patio y lo ensucian. “Vi por la ventana que alguien cortaba el árbol, el árbol sí tira hojas, pero entre los vecinos y yo siempre las levantamos sin problema. La mujer dijo molesta que ello lo cortaría y que hiciera lo que quisiera o fuera a las instancias correspondientes y eso hice”, dijo.
Rosalía acudió a Obras Públicas, donde fue remitida a la oficina de Medio Ambiente, y allí logró que le dieran un amparo para el árbol y evitar que fuera derribado. “Amablemente, el arquitecto Gilberto Velázquez me atendió, me recibió el oficio y regresé para amparar el árbol. Le pegué al árbol un oficio sellado y firmado de recibido”, aseguró.
Indicó que, como docente ante grupo, siempre les inculca a sus alumnos el amor, respeto y cuidado del medioambiente, por lo que no podía permitir esta incongruencia entre lo que enseña en las aulas y lo que estaba sucediendo frente a su casa. “Por eso fui a defender el árbol, la parte que se cortó trataré de juntarle la tierra que se movió y lo vamos a cuidar”, finalizó.