El secretario general de la Unión General Obrera, Campesina y Popular (UGOCP), Luis Gómez Garay, señaló que, en el medio rural, en donde un campesino vive con menos de un dólar al día, resultado de la política de la dádiva, del modelo económico y del Tratado de Libre Comercio.
Actualmente, agregó, “este sector ha retrocedido en sus condiciones de vida con una pobreza comparable a las que existieron antes de la Revolución Mexicana, por lo que urge darle peso político a esta población antes de que la aniquilen”.
Por ello, consideró que “el reto para los próximos años y ante el proceso electoral 2017 es construir una sólida estructura social que permita capacidad de negociación, visibilidad e influencia a los campesinos a fin de garantizar el desarrollo integral de sus comunidades y ejidos”.
Continuó, “si bien dentro de 10 años se incrementará el número de pobres actualmente es vergonzoso la existencia de 52 millones que viven en dichas condiciones y de ellos 21 millones en pobreza extrema”.
Y es que, agregó Luis Gómez Garay, durante la Asamblea Estatal de la UGOCP de esta cifra alarmante de pobres los campesinos viven al día con un ingreso menor de un dólar, pues no hay que olvidar que 2 de cada 3 personas viven en pobreza extrema y que están en el campo.
Recordó que “en el medio rural este panorama afecta al 81.5% de su población y la pobreza extrema alcanza al 55.3%”.
Es por ello que, sostuvo el dirigente de la UGOCP, “el campo mexicano vive uno de los momentos más difíciles desde los años de la Revolución Mexicana del siglo pasado. Se encuentra caracterizado por una pobreza que agobia que flagela y que daña a 8 millones de campesinos que se alimentan, a veces, solo en dos ocasiones durante el día.
Así, destacó, es como se demuestra que el campo y su población han retrocedido dejándolos en pobrezas comparables a las antes citadas así como a la de naciones con menor desarrollo que nuestro país.
Lo anterior se desprende a que el Estado abandonó su obligación Constitucional de promover el desarrollo armónico de la sociedad y prefirió “instalar la política de dádivas para eludir su responsabilidad en la exclusión social que genera este modelo económico y aniquilador de la población”.
Indicó que a pesar de que el campo tendría que ser uno de los pilares sobre los cuales se sostuviera la soberanía alimentaria y económica de la nación actualmente sus comunidades rurales encuentran una profunda crisis derivada de la paralización de sus economías.
Cuyas ramas de producción se debaten en severos daños estructurales efecto de la competencia inmisericorde del Tratado de Libre Comercio y la Globalización que el Gobierno Federal ha aplicado durante los últimos 30 años.
COMO ESTRATEGIA LA MIGRACIÓN
Los límites han sido tales, destacó Luis Gómez garay, que “este sector ha buscado como estrategia la migración, las nuevas generaciones no desean el trabajo de los adultos mayores y los empleos urbanos que se crean a un ritmo menor que la demanda de ocupación tienen un costo alto pues se exige nivel de escolaridad, capacitación y estos no existen en el medio rural”.
Ante este panorama, precisó, “la UGOCP sostiene que en un país como México donde las decisiones tomadas por el gobernantes en turno afectan a más de 120 millones de habitantes las organizaciones campesinas están obligadas a presentar propuestas y acciones no solo para la movilización sino para incidir en políticas públicas para recuperar la competitividad la rentabilidad del mercado de producción nacional”.
Expresó, las ramas a potencializar son: “la de producción de maíz, café, leche, trigo, arroz, frutales cebas, cítricos y muchos otros productos que constituyen la fuente de ingreso de las comunidades rurales y que están en crisis como efecto del enorme caudal de importaciones que el TLCAN permitió a nuestro país”.
Ahora, arrasado el mercado interno de consumo, quebrados los precios de productos agropecuarios y orillados a la pobreza, la marginación y la sobrevivencia con los programas asistencialistas del gobierno es indispensable que campesinos, colonos, vendedores ambulantes, ejidatarios y comuneros logren la conversión del sistema económico injusto para evitar “que se les exprima hasta la última gota de su trabajo condenándolos a vivir en la perpetuidad de la pobreza, la marginación y el abandono”.
Asimismo, exhortó a generar un bloque que impida el acaparamiento de los subsidios destinados al campo que concentran unos cuantos en un 80% y evitar el manipuleo electoral que solo termina en desesperanza y perfila hacia la erosión social en el medio rural cuando éste representa a un el futuro de los campesinos.