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Sección: Estado de Veracruz

México, sin educación sexual y lleno de menores embarazadas

La doctora y sexóloga Ana Irene Muro Lagunes criticó la “cultura de la ignorancia” que persiste en el país

Katia Dorantes Xalapa, Ver. 20/07/2021

alcalorpolitico.com


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El ser humano es una especie sexuada, el sexo es un impulso vital y si no se educa desde la niñez, se deja en riesgo a los jóvenes de que no puedan tomar decisiones ni protegerse contra el abuso sexual ni optar por vivir su sexualidad de forma segura, conveniente y saludable, explicó en entrevista la doctora y sexóloga Ana Irene Muro Lagunes.

México ha ocupado desde 1993 los primeros lugares en embarazos adolescentes entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) posicionándose actualmente en el primer lugar con una tasa de fecundidad de 77 nacimientos por cada mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, registrando un total de 117 mil 556 embarazos adolescentes.

Veracruz reportó 21 mil 287 nacimientos cuyas madres tenían menos de 19 años, centrando las cifras en los municipios de Veracruz, Xalapa y Coatzacoalcos.



Muro Lagunes, también activista y miembro de la Red de Mujeres Feministas del Estado (RMFE), señaló que la causa del embarazo adolescente se debe a varios factores pero principalmente a la cultura con la que se educa desde la niñez: los modelos tradicionales que llevan a las relaciones de poder, en el cual a las mujeres se le otorga una posición de sometimiento y no se le permite decidir en su vida; por ello, se requiere una educación que cambie dicho modelo educativo que pone a las mujeres en desventaja.

Muro comenzó a trabajar el feminismo desde 1994, cuando ingresó a la militancia del Partido Revolucionario Democrático (PRD), en donde había muchos cursos sobre la doctrina social. Desde entonces y junto a la RMFE su pugna ha sido para exigir la garantía de los derechos humanos hacia las mujeres.

Considera que se trata de un problema de salud pública ya que el Gobierno es el único que tiene la facultad de cambiar las causas y las circunstancias de vida de la sociedad, mitigando la marginación cultural que aún prevalece hacia las mujeres, a través de una educación con perspectiva de género desde la niñez.



Actualmente, México cuenta con recomendaciones hechas por la OMS y la ONU respecto a este tema.

“No se ha hecho de verdad, no ha habido voluntad real para cambiar los programas educativos, educación para la vida sexual, porque aún hay mucho tabú, creado por una cultura de la ignorancia”, dijo la galena.



Las jóvenes que enfrentan un embarazo a temprana edad, no sólo encaran un problema de por vida, ya que la probabilidad de mortalidad por su condición en aumenta.

Según datos de la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (ENADID) en 2019 se registraron 695 muertes maternas en el país, de las cuales 66 (9.5%) corresponden a menores de 20 años; entre las que se incluyen 6 casos de niñas de 10 a 14 años.

Además, a veces no cuentan con el apoyo de familiares, ni de la pareja y tienen que enfrentarse solas ante este problema, truncan sus estudios y su vida se ve severamente afectada por lo que muchas de ellas recurren a servicios que son inseguros y atentan contra su vida.



De acuerdo a la Secretaría de Salud, de 2007 a 2021 se han atendido a más de 500 mujeres procedentes de Veracruz en la Ciudad de México, afirmó la diputada Mónica Robles, quien impulsó en la entidad la despenalización dentro de las primeras 12 semanas de gestación.

El aborto se puede inducir a través de pastillas, sin embargo en nuestro Estado, de acuerdo al artículo 149 del Código Penal; comete el delito de aborto quien interrumpe el embarazo en cualquiera de sus etapas. El artículo 150, reformado desde 2009 dicta que quien se provoque o consienta que se le practique un aborto, se le sancionará con tratamiento en libertad, consistente en la aplicación de medidas educativas y de salud.

Ana Muro comenta que incluso se les persigue y criminaliza si el aborto es espontáneo, a pesar de que es muy frecuente entre las adolescentes. Ellas se ocultan y no recurren inmediatamente si tienen amenaza de aborto; psicológicamente se ven afectadas por la culpa que la cultura les inculca porque vivimos en una sociedad que educa a base de la culpa en la sexualidad. El mayor problema es que nuestra sociedad maneja la sexualidad como un tabú.



La política pública que el gobierno tiene que implementar para poder detener y erradicar este problema es instalar la educación para la vida sexual; integrar en los programas educativos, desde la educación pública, con bases en el avance científico, tanto en sexología educativa como en psicología infantil apoyados por la psicopedagogía, todo esto tiene que incorporarse a las escuelas desde la etapa básica, menciona la Doctora.

“Tras años de lucha, no solo del movimiento feminista sino también del sector educativo por incorporar la educación sexual a los programas escolares, el mismo sistema se interpone y mantiene resistencia basada en la ignorancia”.

“Somos seres sexuados, la sexualidad es vital en nuestra vida y la sexualidad integral implica la vida afectiva, las relaciones de género, las desiciones que tenemos que tomar en nuestra sexualidad; y para poder tomar desiciones seguras, convenientes, responsables y saludables, tenemos que tener conocimientos basados en el avance científico, no podemos seguir sobre mitos y prejuicios porque no nos lleva más que a equivocarnos,” finalizó.