Los ninis al poder ¿podrán?

¡Ni lo quiera San Ojalá!, ¡Dios me oiga! o nos agarre confesados.

La Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación. determinó, que en los comicios celebrados, el pasado 4 de julio del año en curso, son validas, ratificando el triunfo como gobernador electo, a Javier Duarte de Ochoa, triunfo que las instancias locales, ya habían calificado, respetando la voluntad ciudadana, solo faltaba el visto bueno, de quienes tienen la ultima palabra a nivel federal.

La contienda estuvo muy cerrada, entre un joven apoyado por el partido en el gobierno y un desafiante candidato, apoyado también por el gobierno pero, federal, por supuesto un hombre maduro, en plenitud de la vida, muy seguro de si mismo y con ganas de lograr el triunfo, la ciudadanía se dividió e intentó quitarse de encima, mas de ochenta años de gobierno priista, pero faltaron unos cuantos votos, mismos que se los llevó otro candidato, ya mayorcito de edad, que sirvió como balanza para beneficiar el triunfo del partido fiel.

Existió el animo de un gran sector, que se pronunciaba por que se anularan las elecciones y así poder ir a una especie de segunda vuelta, otros se pronunciaron por la confirmación y así empezar a trabajar en la reconstrucción de los daños, que ha dejado el actual gobernador y los huracanes que han azotado a la entidad, como si de una maldición se tratara.

Si se hubiese anulado, mis amigos veracruzanos, creo que lo pensarían para volver a las urnas, algunos por falta de credibilidad y otros por falta de interés, me parece que aumentaría el abstencionismo, pues, ¿quien piensa en elecciones, estando el estado devastado y en la sobrevivencia miles de damnificados? a quienes solo con mejoralitos los han estado calmando, por que lo fuerte, apenas empieza a vislumbrarse, para reactivarlos a la vida social y económica.

Con el triunfo de Javier Duarte de Ochoa, ¡aguas! es muy probable que tengamos una administración plagada de jóvenes, sacados de la cantera priista, en una de esas veremos al joven Antonio Flores, actual Director de Patrimonio, o alguien parecido, con la misma actitud de soberbia y prepotencia, y eso si será un verdadero peligro para Veracruz.

A este poderoso funcionario, le conocí sus actitudes arrogantes, desde que fue a una reunión de trabajo al municipio de Jesús Carranza, en donde con sobrado machismo, no permitió que una de las lideres que encabezan un movimiento, para regularizar unos terrenos de la congregación, denominada Suchilapan de López Arias, le hiciera un planteamiento, sobre la situación que se vivía en ese lugar, pero el citado funcionario con una actitud grosera en insolente, no le concedió la palabra y menos la tomó en cuenta.

En mi carácter de asesor, le sugerí a la compañera que no se preocupara, ya que buscaríamos una entrevista con el gobernador, para tratar el tema, oportunidad que se nos concedió, en donde por cierto, en tal audiencia con el ejecutivo local, la compañera tuvo a su lado al joven funcionario, quien sólo se limito a sonreírle, sin saber que le esperaba una tremenda reprimenda de su amo y señor, evidenciándolo delante de todos, que no era más que uno más de la servidumbre del gabinete estatal.

Desde luego, que el asunto se resolvió de manera favorable para los poseedores y solicitantes de lotes de ese lugar, gozando actualmente los lugareños de Jesús Carranza, la regularidad y la entrega de otros predios a que tenían derecho.

No me asusta, pero si me preocupa el hecho de que jóvenes promesas, puedan lograr y consolidarse como servidores públicos en la administración pública, pero ojalá y no sean juniorcitos, que gracias a la influencia de sus papis, lleguen sin saber el trabajo y sufrimiento que cuesta, conocer y saber ejercer el poder, para administrarla con justicia, con un trato de respeto y tolerancia ante la sociedad.

Otro: Mi solidaridad con el periodista Arturo Reyes Isidoro, quien como todo un gran señor y caballero, tolera el incidente provocado por tan insignificante funcionario, que lo pretendió agredir.

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