Los empresarios restauranteros siguen batallando con la competencia desleal de las denominadas “dark kitchens”, las cuales también se conocen como cocinas virtuales y cuyo concepto es siempre el mismo: vender comida exclusivamente a domicilio, refirió el presidente de la CANIRAC en Orizaba, Carlos Josué Cruz Mendoza, quien comentó que estas no pagan impuestos, renta ni Seguro Social.
“Surgieron a raíz de la pandemia, la operan familias. Al final de cuentas es bueno porque en lugar de que esa gente esté delinquiendo pues tienen ese trabajo y hacen esfuerzo. Hay mucha gente de nuestra industria que fue de las más golpeadas cuando el tema del COVID-19, que se regresaron a casa a vender comida”.
Añadió que a muchos en su momento les ha funcionado ese tipo de venta de comida desde casa y que incluso hay una estadística que señala que tan sólo en la región hay alrededor de 2 mil 800 establecimientos de venta de alimentos en la zona Fortín-Orizaba y que 40 por ciento son estas “dark kitchens”.
En este sentido, destacó que sí les pega a los negocios establecidos pues estos últimos sí tienen que pagar renta, Seguro Social, INFONAVIT, impuestos diversos, luz.
“Ellos no cumplen con el pago de gravámenes y claro que con respecto a ellos sí estamos en desventaja”, recalcó.
Sin embargo, destacó que la ventaja que los comercios establecidos tienen sobre esos negocios es que hay calidad en el producto y servicio que ofrecen.
“Podemos asegurarles a nuestros comensales que están llegando a un sitio que frecuentemente es vigilado, supervisado y los alimentos están de buena calidad e inocuos”, concluyó.