Al señalar que el caso FINAMED se está reabriendo y revisando qué se puede hacer legalmente para garantizar el servicio de los hospitales de la entidad, Fernando Benítez Obeso, secretario de Salud, afirmó que no hay ninguna denuncia formal sobre la red de corrupción imperante en esa dependencia y al interior del Sindicato Nacional de Trabajadores de Salud y Asistencia (SNTSA), como lo denunció su antecesor, Juan Antonio Nemi Dib.
En entrevista, el funcionario estatal precisó que la denuncia sigue en proceso, pero que hasta el momento no existen denuncias contra nadie. Si la Contraloría General del Estado encuentra alguna irregularidad en la investigación que estamos realizando presentaremos la denuncia correspondiente, porque es nuestra obligación.
Como se recordará, el extitular de la SSA, antes de renunciar al cargo denunció la corrupción y la venta de plazas por parte del Sindicato, por lo que la Contraloría General del Estado, inició el proceso administrativo correspondiente para deslindar responsabilidades.
En ese tenor, Benítez Obeso reiteró que la investigación interna se realiza y en caso de comprobarse la existencia de un ilícito, se procederá conforme a la Ley. “Eso sí lleva un proceso, no existen denuncias aún, porque para que éstas se den, tiene que estar el Ministerio Público, la investigación la realiza la Contraloría General del Estado”.
De entrada, el Secretario de Salud admitió que no hay plazos para resolverlo, pero sí se tiene que hacer para, en caso necesario, proceder legalmente e indicó que mantiene una buena relación con la dirigencia de la Sección 26 del SNTSA, a pesar de las denuncias hechas por su antecesor.
Reabierto el caso de FINAMED
Por otro lado, Benítez Obeso señaló que se está reabriendo el caso de FINAMED “para ver qué se puede hacer legalmente a fin de garantizar el servicio en los hospitales de la entidad. Todo esto que se hizo en la Secretaría de Salud, se está revisando y analizando con el nuevo equipo Jurídico”, añadió.
Dijo que el proceso de expropiación ya se concluyó, pues el Gobierno del Estado desistió en su intento de quedarse con el equipo que se arrendó.
El funcionario estatal admitió la existencia de problemas con la reparación del equipo médico, por lo que algunos hospitales aún no se encuentran al ciento por ciento en ese sentido. “Los equipos fallan, necesitan mantenimiento y regularmente se descomponen, eso es lo que retrasa la atención”, agregó.
Finalmente, sostuvo que no son equipos hechos en México, muchos son japoneses, muchos son alemanes y por esta razón una pieza nos puede tardar de 30 a 90 días en llegar.