El desastre en Veracruz se ha consumado y hoy vendrán los juicios, todo el proceso pero, para como es nuestro sistema jurídico judicial, “a ver cuánto nos va a llevar que esos fondos regresen a Veracruz, hay que meterle empuje”, dice sin mucha esperanza Víctor Arredondo Álvarez, quien aborda el problema de que tanto los diputados locales de Veracruz consintieron los préstamos que no beneficiaron a la población y también la Federación que, teniendo los elementos con denuncias de la Auditoría Superior, no actuó a tiempo para parar a quienes saqueaban al Estado desde años atrás.
“Ya estaban desde antes los señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación pero por eso, más allá de los temas de seguridad, está el asunto de que hay impunidad”, por eso –puntualiza- en México puede suceder cualquier cosa y no existen los mecanismos para asegurar que haya sanciones, o incluso incentivos a quien haga las cosas bien.
“Por eso, todo esto continuará”, dice a modo de sentencia el Exrector de la Universidad Veracruzana, “porque es impresionante observar que ya cuando había señalamientos a nivel del Auditor Superior de la Federación, “en Veracruz, los funcionarios estatales continuaban haciendo sus desmanes, sus empresas fantasmas, sus manejos ilícitos y sobre todo, lo más impresionante, la compra colectiva de un grupo de funcionarios de propiedades escandalosas en Estados Unidos”.
Sin embargo, no olvida mencionar que hay corresponsabilidad de la Legislatura estatal y sobre todo de un segmento muy bien identificado de diputados que recibía órdenes nada más, pero también tenemos el caso de un sector del Poder Judicial que recibía órdenes y detenía juicios y esperaba cosas para arreglarlos a la conveniencia del Gobernador o de la estructura el Poder ejecutivo de Veracruz.
Todas esas instancias se conjugaron —agrega— para que lleguemos a la situación actual, frente a la realidad de que: primero se manejó mal la deuda, la manera en la que el Gobierno del Estado generó sus préstamos, sus créditos que quedan dentro de una caja negra, porque nadie de nosotros sabe qué pasó, pero sí hubo un aval responsable en esas decisiones que fue la Legislatura del Estado, la cual no solamente les falló a los veracruzanos en el tema de las solicitudes de préstamos, también participaron o no hicieron ninguna expresión o acción directa en el desfonde que tuvo el Fondo de Pensiones de la gente que ha trabajado toda su vida, que puso su dinero, es como si en un banco alguien se llevara tu dinero y no resultara responsabilidad alguna para devolver ese dinero.
Para resolver esto, apunta, “la pelea hay que darla en varios frentes, uno desde luego que ya ha anunciado el gobernador electo, Miguel Ángel Yunes, es el reordenamiento de lo que está mal hecho pero, una primera cuestión que observamos y nos acalambra a todos, es el crecimiento que tuvo el rubro de sueldos, prestaciones, cuando la productividad de Veracruz se cayó, ¿a dónde se fueron esos sueldos?, ¿a los asesores del millón de pesos?”
Y más aún, no sólo se produjo ese crecimiento desmedido en sueldos, en prestaciones, en viáticos para los funcionarios, sino que también es pertinente saber ¿qué beneficio obtuvo Veracruz, dónde están los índices de productividad elevados, dónde están los índices de pobreza disminuidos, dónde está la infraestructura física de Veracruz, dónde está la infraestructura productiva de Veracruz?, porque hasta donde se sabe, mucho del recurso se utilizó para crear plazas, nómina, gente en cargos públicos, probablemente mucha de ésta sin perfil.
Entonces ahí está el tema del “pacto federal”; estamos ante una circunstancia en que hay que revisar cómo está operando ese pacto, cómo está la distribución de los recursos públicos de la Federación a los estados y sobre todo, cuestionar el monitoreo que debe hacer el Gobierno Federal sobre la actuación de las autoridades locales que debe hacerlo en tiempo real con sistemas de información digital para que señale los focos amarillos a los tres meses de que las cosas están sucediendo, no a los cuatro años.
Esto lo dice a propósito de la actitud que ha asumido la Secretaría de Hacienda en el sentido de que ésta ya entregó las participaciones que correspondían a Veracruz y ahora se pretende que sean los veracruzanos, los ciudadanos quienes “paguen los platos rotos”, con un criterio que pretende ignorar todos los beneficios y contribución que el Estado aporta a la Federación.
Acepta que el Secretario de Hacienda está obligado a decir ante todos los estados de la Federación, “¿por qué a Veracruz no le vamos a dar más dinero? porque ya se lo entregamos” pero: ¿qué culpa tenemos los veracruzanos, la sociedad veracruzana, los pensionados, los empleados de gobierno, las empresas, las instituciones y las organizaciones que reciben los recursos públicos para sus importantes funciones y muy merecidas compensaciones, prestaciones sociales y qué culpa tienen los veracruzanos de que no estén funcionando los hospitales si eso lo generó un grupo de funcionarios y fue la Federación la que actuó en su momento?”.
Lanza la otra pregunta: ¿cuál es la ganancia que le da a Veracruz el estar en el Pacto Federal? y, trae a la entrevista las voces que cuestionan reiteradamente desde Veracruz y de veracruzanos en el sentido de que si no hay una intervención, justa, equilibrada en el marco de la ley del Gobierno Federal para resolver el tema veracruzano, cuál es el beneficio, qué garantiza a la sociedad el estar dentro de este Pacto o, ¿cómo se va a restablecer nuestra relación en el marco del pacto federal con las distintas instancias del Poder Ejecutivo Federal y de otros organismos autónomos”.
Para Arredondo Álvarez, hay situaciones básicas, elementales, como la de que, primero, “no se debe pegar a las clases populares y segundo, traer inversiones.
En este momento no alcanzan los recursos a Veracruz, dice casi para terminar: “No le alcanzan porque pedimos prestado mal, porque se gastó mal el dinero y tampoco estamos haciendo mucho en nuestro campo, en lo que significa acrecentar empleos, acrecentar empresas para captación de mayores recursos fiscales. Algunos estados tienen impuestos locales como por ejemplo al tabaco y alcohol, ahí se pueden generar recursos con ciertos niveles de impuestos que significarían 3 ó 4 pesos,.
Pero la solución para recuperar el tiempo perdido está esencialmente en las micro y pequeñas empresas, en la actividad del campo para que los agricultores generen valor agregado de sus productos, que deshidraten fruta, que la enlaten, que la manden a los mercados globales.
La condición es que “en el piso de todo esto está una administración transparente, profesional que nos enseñe resultados de corto y mediano plazos”, dice al terminar la entrevista que fue difundida a través de
TeleClic, filial de
alcalorpolitico.com.