La comerciante Susana Gutiérrez Quiroz, quien desde hace más de 25 años ha trabajado en el mercado de artesanías del puerto, denunció que le fue negado el acceso a su nuevo local en la Plaza Heroísmo Veracruzano, acusando abuso de confianza del secretario general de la Unión de Trabajadores Manufactureros de Curiosidades del Mar y Expendedores de Curiosidades en General del Puerto de Veracruz, Alfredo Zúñiga Esperilla.
Gutiérrez Quiroz, quien heredó el negocio “Manolo” de su esposo fallecido hace 11 años, señaló al líder sindical de quitarle de forma arbitraria su fuente de trabajo, negándole las llaves pese a que el nuevo local asignado, identificado con el mismo nombre, aparece en el corredor del nuevo mercado de artesanías.
“Hoy inicio la semana sin mi fuente de trabajo. Este lunes 14 de abril amanecí sin acceso a mi local porque al Secretario General Alfredo Zúñiga Esperilla se le hizo fácil dejarme fuera. Se negó a entregarme la llave del nuevo local Manolo #21, el que me corresponde, despojándome así de mi negocio de manera arbitraria e injusta. Con esa acción no solo se violenta mi derecho humano al trabajo, también se vulnera mi integridad como mujer, como madre, como comerciante. He sido víctima de violencia de género, violencia psicológica y de una pérdida económica irreparable”, dijo.
La afectada afirmó que Zúñiga Esperilla se excusó diciendo que dejaba de ser el representante del gremio, aunque habría sido él quien recibió de manos del director general de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA), Eloy Caballero Rosas, las llaves de los nuevos locales para su distribución entre los agremiados.
Gutiérrez Quiroz recordó que el conflicto con la unión artesanal se remonta al año 2016, cuando intentaron despojarla de su espacio, pero una resolución de la Comisión de Honor y Justicia le dio la razón, permitiéndole conservar su patrimonio.
En entrevista, lamentó que con el proyecto de la “Plaza del Heroísmo”, que implicó la reubicación de los artesanos, se haya utilizado en su contra. Relató que aceptó trasladarse al espacio provisional, como el resto de sus compañeros, con la promesa de recibir un nuevo local.
Ante esta situación, pidió el apoyo del director general de ASIPONA, Eloy Caballero Rosas; de la gobernadora Rocío Nahle García; y de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, para que se revise su caso y se le entreguen las llaves de su local.
“Yo no sé qué voy a hacer si me quitaron mi fuente de ingresos, ahorita es Semana Santa, el mejor periodo para nosotros, y prácticamente me quedé sin nada. Además, tengo que seguir pagando a los proveedores y me acaba de llegar el pago ante el SAT. No sé qué voy a hacer”, concluyó.