Al inicio de su homilía dominical, el arzobispo que se ha convertido en un suceso mediático en la iglesia católica de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, dio a conocer a sus feligreses que el padre Rafael Muñiz acusado el año pasado de pornografía infantil y de participar activamente en una red que distribuía imágenes y videos de menores participando en actividades sexuales, fue puesto en libertad el pasado viernes 12 de febrero.
El arzobispo contó que el padre Rafael, recibió el refrendo de un tribunal colegiado de circuito y fue puesto en libertad antes de la medianoche del viernes 11 de febrero. Inmediatamente regresó a Xalapa para el sábado visitar al arzobispo. Aseguró que hoy domingo, el padre se encuentra descansando ya que casi no había dormido.
El arzobispo leyó el comunicado emitido por la diócesis de Xalapa, donde se da a conocer la liberación del padre Rafael Muñiz López aprehendido el 17 de abril de 2009, junto con su hermano Francisco Javier, por la procuraduría de justicia del DF, acusándolos de delitos graves como pornografía infantil.
Cabe señalar que el párroco de la parroquia de San Pedro Apóstol en Xalapa, Veracruz, confesó en su momento tener relaciones sexuales con mujeres, pese a que la iglesia católica pide a los sacerdotes un voto de castidad y vida decorosa acorde a las enseñanzas de Jesucristo.
En su confesión judicial declaró sin empacho: “soy un ser humano, soy heterosexual, y la carne es débil. Ése es el precio que tiene que pagar uno por ser guapo”.
Después de 60 días de arraigo, la procuraduría general de justicia del DF dejó en libertad a su hermano y dictó auto de formal prisión al sacerdote en el reclusorio norte de la ciudad de México.
El arzobispo contó a los presentes a su misa dominical que el padre, recibió sentencia declaratoria de inocencia desde noviembre y le fue ratificada el 4 de febrero. Muñiz fue exonerado de los cargos que se le imputaban excepto del de almacenamiento y recalcó que la procuraduría consignó de formal ilegal los equipos del padre.
Declaró que el padre se encuentra muy feliz con su liberación y por haber “comprobado su inocencia”, aunque durante este proceso sufrió desgaste físico, sicológico y emocional.
Asimismo, dio las gracias a quienes “confiaron en la inocencia del padre, a quienes con sus oraciones y recursos apoyaron el proceso para lograr su liberación; a las autoridades gubernamentales, a los abogados, que pusieron su confianza en su inocencia; para que el señor tocara los corazones de las autoridades competentes y se apegaran estrictamente a derecho para llegar finalmente, a esta resolución que reconoce la inocencia de este sacerdote”.
Pidió por quienes están en la cárcel injustamente y que no tienen quien los defienda; “hay algunos que sí han cometido los delitos que se les señalan y han sido procesados e incluso sentenciados, pero hay muchos que no; el reclusorio norte está hecho para 4 mil 500 personas y están recluidos 12 mil 600.”
Afirmó que al padre Muñiz le dolió dejar el reclusorio “se hizo amigo y tenía celebración de la palabra todos los días. Él comenzó proponiéndoles un grupo bíblico y después los mismos compañeros alrededor de 25, le pidieron que fuera algo diario de 4 a 7 pm; yo le decía -ya estás trabajando más que en tu parroquia-.
Les dejó todas sus pertenencias a ellos”.
Señaló que el padre liberado se encuentra descansando que aún tiene que ir a firmar al reclusorio y después se integrará a la arquidiócesis.
Prosiguió su sermón hablando de las bienaventuranzas e incluso pidió al Señor por la fidelidad, por los dones para ser buenos feligreses y seguir en el camino de le fe.