El ataque al diputado federal, Benito Aguas Atlahua, evidencia que en Veracruz sigue habiendo una crisis de inseguridad, consideró la Diócesis de Orizaba, la cual también señaló que estos hechos provocan que la gente se sienta temerosa y prisionera.
"Por supuesto que siempre impacta el asesinato de una persona y esto confirma que todavía hay una crisis de violencia en nuestro estado, donde una persona puede ser agredida como sucedió con el caso del diputado. Y bueno, pues, ese es el temor que tiene prisioneras a nuestras comunidades, sí el temor de sufrir siempre un atentado, el temor de que le roben la paz, de que incluso si sucede con funcionarios también pueda ocurrir con la gente de nuestras comunidades y pueblos", dijo el vocero diocesano, Helkyn Enríquez Báez.
Añadió que se espera, como siempre, que se esclarezca este homicidio y que se siga trabajando para fortalecer las estrategias de seguridad y el restablecimiento de la paz en cada una de las comunidades y municipios. Si esto se logra, las familias y todas las personas que viven en el estado podrán tener la seguridad necesaria para desarrollar actividades ordinarias.