Foto: José Topete
Vianey Hernández Lagunes, de 33 años, acusó que personas desconocidas se llevaron a su esposo de nombre Gaudencio Morales mientras se dirigían al sitio donde ambos trabajan, una parcela de la comunidad Bicentenario, en Vega de Alatorre.
Desde ese momento, el pasado jueves, no ha vuelto a ver a su pareja. Además, durante este tiempo ha sufrido de amenazas contra ella y su familia.
Las personas que los atropellaron y se llevaron a su esposo serían presuntos elementos de la Policía Ministerial, de la Fiscalía General del Estado (FGE), aunque su esposo no ha sido presentado por la autoridad.
Entre lágrimas, la mujer narró que del vehículo blanco, del que no ubica modelo o placas, bajaron dos hombres y una mujer, que antes de llevárselo los siguieron mientras Gaudencio manejaba una cuatrimoto, a la que golpearon hasta volcar.
Explicó que su marido tiene una denuncia por violación desde hace cinco años, aunque desconoce si se lo llevaron por dicho motivo.
En su momento, tras la realización de pruebas a la presunta víctima, se determinó que no hubo tal y el hombre salió libre después de dos días preso.
Posteriormente, indicó que nunca fue citado por la autoridad para rendir alguna declaración o imputarle algún otro ilícito; sin embargo, sostiene que fue el padre de la joven quien los estuvo hostigando para que le dieran la cantidad de 30 mil pesos.
“Que porque según a él (al padre de la supuesta víctima) le pedían dinero para retirar la demanda, porque no podía retirar la demanda así nada más, que tenía que pagar y le mandó a pedir más de 30 mil pesos y mi esposo no se lo dio”.
Vianey, quien resultó lesionada tras la volcadura de la cuatrimoto, dijo que como pudo, se trasladó a su casa, hasta donde llegaron estas personas acusándola de haberse robado un arma de cargo de los presuntos elementos mientras convalecía de sus heridas y sin haber podido acudir al médico.
Señaló que mientras estaba escondida en su casa, la mujer ingresó al domicilio y se puso a registrar hasta el cesto de la ropa sucia, supuestamente buscando el arma, arma que niega tener en su poder.
“Gritaba ‘señora salga y entrégueme el arma que me robo’, a los vecinos los amenazaba; un arma que no he agarrado, no sé por qué me acusan de eso.
“Andaban como perros buscándome; fueron a casa de mi suegra, registraron la casa, hicieron lo mismo”, cuenta.
Posteriormente, se trasladaron a la casa de los padres de Vianey donde registraron toda la casa, sin ninguna orden y sin mediar explicación de por medio.
“Dijeron a mis padres que yo me había robado un arma, pero nunca dijeron los atropellamos, casi los matamos y les hicimos esto y el otro”.
Señaló que al día siguiente que fue a Martínez de la Torre a atenderse sus heridas, dichos elementos volvieron a la comunidad, donde lanzaron amenazas de que si el arma no aparecía, se llevarían a sus hijos, dos niños de 6 y 4 años.
Vianey solicitó ayuda y protección para ella y sus hijos, además que su esposo sea presentado a la brevedad si es que está detenido, pues la forma en la que fue detenido “es un abuso de autoridad”.