Debido al tránsito de “caravanas migrantes”, en Veracruz aumentó el flujo de indocumentados en su paso rumbo a Estados Unidos, admitió la coordinadora del albergue “Las Patronas” de Amatlán de los Reyes, Norma Romero Vázquez.
Previo a su participación en la ponencia “Las mujeres migrantes y la violencia de género”, organizada por la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), la activista refirió que muchas de las denominadas “caravanas” se desintegran en territorio veracruzano y continúan su recorrido usando las vías del ferrocarril.
“Sí ha aumentado por el tipo de caravanas que están saliendo, muchas de ellas se están desintegrando y muchos de ellos (migrantes) están agarrando las vías férreas. Y eso hace que muchas de ellos estén expuestos; la mayor parte de la gente, pues está viajando en tren, pues no tienen dinero para viajar y tristemente, pues también de los autobuses los están bajando” dio a conocer.
La defensora de derechos indicó que indocumentados le relatan que la zona sur es complicada para viajar, al sufrir desde robos como privaciones de la libertad por parte de los grupos delictivos.
“Y aparte el tema de pues de caminar de más, porque muchas veces los trenes no están saliendo y muchas veces a la gente pues no le queda más que venirse por las vías y llega muy lastimados de su pies, bastante cansados últimamente, el cansancio es el el tema más agobiante”.
Indicó que ha visto que una vez que llegan al albergue de Las Patronas, en Amatlán, los viajeros no reanudan su camino sino hasta un día después, debido a la carga acumulada de cansancio.
“Hay chicos que llegan y de repente nada más se les da la comida, ya no se paran ni para cenar hasta el otro día porque el cansancio es mucho y como yo se los he dicho a ellos: ‘Si tu cuerpo ya no te responde, hazle caso’, porque es ahí donde surgen las mutilaciones y muchos de ellos, pues se caen del tren y se matan”.
La Patrona agregó que el tema de la inseguridad contra los migrantes no es nuevo, sin embargo igual lamentó la falta de empatía por parte de la sociedad.
“Estas caravanas fueron para nosotros bastante dolorosas, muy tristes porque veíamos el tema de las lluvias, y pensábamos: Dios mío, qué vamos a hacer, porque tristemente la mayoría de las personas que venían en caravana, eran mujeres con niños. Y venían ahí los niños en las carreolas muchos de ellos venían bastante lastimados de sus piecitos que caminaban”.