El presidente Andrés Manuel López Obrador planteó que los Estados de la República analicen recortar los amplios periodos que se les otorga a los titulares de las Fiscalías generales y Anticorrupción, condicionando su permanencia a sus resultados.
Al señalar que en promedio los fiscales del país están ocho años en el cargo, subrayó que las autoridades locales deben de actuar para hacer ajustes, sobre todo si los titulares no están alcanzando objetivos.
“Y tener un poco de vergüenza porque, si ya llevan seis años y no hay buenos resultados, pues hay que tener dignidad y decir: ‘Ahí está mi renuncia, ya me voy’.
“Si estamos planteando la revocación del mandato, en el caso del Presidente, a los tres años preguntarle a la gente: ‘¿Quieres que siga o que se vaya?’. ‘No porque ya me eligieron por seis años, haga lo que haga, me tienen que aguantar’. Es realmente un absurdo”.
Consideró que los mismos procuradores, si no hay resultados, deberían de renunciar al cargo y nuevamente destacó el caso de Veracruz, señalando que tras la deposición de Jorge Winckler hubo mejoras en materia de seguridad.
“Pero hay veces que está muy mal la situación de seguridad en un Estado, sale el fiscal o procurador y las cosas mejoran, y se puede probar. El caso de Veracruz estaba mal, mal, mal, estado vecino de aquí, de Tamaulipas; salió el procurador, desde luego hubo otros cambios, pero es notorio de que mejoró la situación de seguridad.
“Entonces, sí hay que seguir tratando este tema. Y si no hay buenos resultados no puede haber impunidad, nadie puede ser absoluto en ningún nivel de la escala, nadie debe sentirse absoluto, eso es lo que puedo yo comentar. Y estar pendiente de los resultados. Sí hay estos problemas todavía en algunos estados”.
Incluso criticó que de la misma forma se eligen a los fiscales anticorrupción, los cuales no estarían dando resultados.
“Los eligieron los mismos gobernadores; no en todos los casos, para no generalizar. Pero, imagínense, si se elige al fiscal anticorrupción por 10 años, 12 años, pues se garantiza la impunidad. Es como la otra práctica que hay que desterrar, de que salen los gobernadores y reparten como 10, 15, 20 notarías a sus amigos, a quienes les ayudaron; eso también tiene que desaparecer, todas esas prácticas completamente deshonestas”, abundó.