El cuerpo de Miguel Almeida Jiménez, el pescador que desapareció desde la tarde del sábado, fue encontrado por sus familiares sobre el río Tonalá a la altura de “La Panga Vieja”, la tarde de este lunes.
El infortunado contaba con cincuenta años de edad al momento del deceso, personal de Protección Civil realizó recorridos sobre el caudaloso río y en las costas, sin embargo fue una de las hijas de Miguel Almeida de nombre Araceli quien realizó el macabro hallazgo.
De acuerdo a lo que señalaron familiares, el cuerpo fue localizado alrededor de las 16:30 horas, dando aviso a la policía municipal e informando al Ministerio Público a las 18:00 horas, sin embargo por el difícil acceso a la zona el Servicio Médico Forense arribó una hora más tarde.
El cuerpo fue colocado a un costado del río, donde los familiares y vecinos de la zona iniciaron una serie de rezos para pedir por el alma del difunto, quien fue presa del traicionero río Tonalá que lucía pasmosamente tranquilo bajo la luz de la luna llena.
Cabe destacar que para llegar hasta la orilla del río, en esta zona de la colonia Las Piedras, se debe avanzar por más de media hora sobre un camino de terracería rodeado de pantanos profundos y potreros, además de un entramado camino rodeado de manglares.
El cuerpo fue trasladado al anfiteatro de la funeraria Eben Ezer por el servicio médico forense, donde realizarían la autopsia correspondiente, siendo entregado posteriormente a sus familiares para que le dieran cristiana sepultura.
Algunos familiares del difunto indicaron que la familia se encontraba desesperada por no encontrar el cuerpo, por lo cual recurrieron a un curandero, quien realizó un rito muy antiguo que consiste en rezar y colocar una veladora sobre el lecho del río.
El curandero indicó que el cuerpo aparecería en determinada zona y que lo encontraría una mujer, siendo a las pocas horas cuando la hija del infortunado realizó el hallazgo del cuerpo flotando sobre el río.