En Naolinco, policías de SSP detuvieron a joven para extorsionarlo

El pasado sábado 7 de diciembre, un incidente en el centro de Naolinco, Veracruz, encendió las alarmas sobre posibles abusos de autoridad por parte de elementos de la Policía Estatal. Durante una supuesta inspección en un bar del área, los uniformados detuvieron a un joven bajo argumentos cuestionables, generando preocupación entre los habitantes del municipio.

De acuerdo con testigos, los oficiales ingresaron al establecimiento y sometieron a revisión a un grupo de jóvenes presentes. En el operativo, encontraron en posesión de uno de ellos un “hitter” vacío para consumo de mariguana, un objeto que, según la normativa vigente en México, no constituye delito, ya que la ley permite la portación de hasta 5 gramos de esta sustancia para uso personal. Sin embargo, el joven fue detenido y trasladado a la Comandancia del municipio de Jilotepec.

La familia del detenido relató que, durante la madrugada, el joven fue víctima de amenazas y agresiones físicas para obligarlo a firmar documentos en contra de su voluntad. Posteriormente, cuando los familiares acudieron para exigir su liberación, los agentes imputaron al joven disturbios públicos, una acusación que testigos niegan categóricamente.

Los policías demandaron el pago de 800 pesos para liberar al joven, negándose a proporcionar sus nombres o emitir un recibo por el dinero entregado. Bajo presión y amenazas, los familiares accedieron al pago, tras lo cual el joven fue liberado.

Este caso ha provocado indignación entre los residentes de Naolinco y municipios cercanos, quienes señalan que este tipo de prácticas se han convertido en un patrón en la región, especialmente durante la temporada decembrina. Vecinos denuncian que estos operativos no buscan garantizar la seguridad, sino extorsionar a jóvenes y familias, aprovechando la autoridad que ostentan los agentes.

Se espera que las autoridades estatales tomen cartas en el asunto para investigar y sancionar estos actos de abuso de poder, los cuales socavan la confianza ciudadana en las instituciones de seguridad pública. La comunidad de Naolinco exige justicia y el fin de estas prácticas ilícitas que afectan el tejido social de la región.