Empresas de seguridad privada sin autorización para patrullar calles

El Consejo Estatal de Seguridad Pública reconoce que hay empresas de seguridad privada que operan sin autorización del Consejo Estatal de Seguridad Pública y sin registro federal e incluso, sin permiso para manejar armas de fuego; sin embargo, nada dice acerca de los veladores privados que han proliferado y que se pelean las calles y si éstos están autorizados para realizar esa labor que hasta ahora sólo concierne a Seguridad Pública, es decir, al Gobierno del Estado.

Por medio de un comunicado, el Consejo Estatal de Seguridad Pública que preside Clara Luz Prieto Villegas, informó que la empresa de seguridad privada Apolo operaba sin el registro correspondiente en términos de la materia y tampoco contaba con el registro federal; sin embargo, prestaba servicios y utilizaba armas de fuego.

Por eso, el sábado 16 de septiembre, en el puerto de Veracruz, la policía municipal intervino a los dueños de dicha empresa con cuatro pistolas y 10 cartuchos útiles, poniéndolos a disposición del Ministerio Público “junto con los bienes antes descritos”, aunque el escueto boletín no dice si fueron turnados al Ministerio Público Federal para que respondan por las armas de fuego que tenían en su poder.

Las autoridades verificaron que la empresa en cuestión no contaba con el registro federal, “lo que implica que esta persona moral no se encuentra registrada ni verificada por este Consejo Estatal en términos de ley”.

Lo anterior, señala la dependencia, trae como consecuencia que sus servicios prestados a la ciudadanía puedan ser deficientes o incluso que estén siendo prestados por personal no calificado que pudiera tener antecedentes penales.

Hace referencia a que el artículo 49 de la Ley de Seguridad Pública señala que los servicios de seguridad privada sólo podrán prestarse en las siguientes modalidades: seguridad, protección, vigilancia y custodia de personas, lugares, establecimientos, bienes o valores y su traslado, pero para nada hace mención

El comunicado en cuestión, nada dice respecto a los veladores privados que han proliferado, al menos en esta ciudad y que se disputan las calles, porque además, están agremiados a diversas organizaciones y pasan cobrando a la ciudadanía un servicio que nadie sabe si efectivamente lo realizan y si están autorizados para hacerlo.

Ya, incluso, la FATEV advirtió la semana pasada sobre el riesgo que hay de que se dé hasta un enfrentamientos entre organizaciones de veladores privados.