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Sección: V?a Correo Electr?nico

El envejecimiento en México

Alicia Dorantes 26/10/2015

alcalorpolitico.com

En fecha reciente se publicó en la primera página de los diarios locales (posiblemente también en los nacionales) que “los jubilados del IPE, perderán en breve el derecho a la pensión”, seguramente porque las arcas están vacías. La propuesta ya se ha enviado a la Suprema Corte de Justicia (SCJ), quien decidirá con un o un no… si la perdemos o no. Me pregunto 1.- ¿Tienen la culpa de esto los jubilados? 2.- ¿Cuánto gana mensualmente cada ministro de la SCJ? Vino a mi mente este breve texto que escribí tiempo atrás, acerca de lo que es la vida de una mujer sola: una anciana… “una vieja”…

1.- La vieja


No existe ningún recuerdo por intenso que sea, que no se apague.
Juan Rulfo

Despectivamente la llaman “la vieja”. Vive ya hace tanto tiempo que difícilmente alguien recuerda que tuvo una vida, un nombre, que fue joven, lució bella, amó y se sintió feliz. La llaman “la vieja” porque su piel perdió la lozanía del ayer, su cara está surcada por profundas arrugas; su escaso pelo cano luce desaliñado... Su marcha: se ha vuelto lenta y torpe.



“La vieja” no tiene casa, ni techo. Ni familia, ni amigos… ni cariño tampoco. Quizá sus únicas pertenencias son los harapos que viste, las chanclas que calza... y sus viejos recuerdos, tan viejos como ella... los viejos recuerdos del ayer lejano, cuando tuvo todo y todo lo perdió.

Un día fue niña, creció, floreció, fue una bella mujer, con la misma alegría de las mujeres de su edad… se enamoró... vistió de novia, y ante un altar cubierto de blancas flores juró amor, amor para siempre. Y de ese amor nacieron sus hijos, los cobijó en su seno, los amamantó, les entregó el corazón. Más tarde, entre balbuceos, le llamaron “mamá.”

Ella los enseñó a caminar; a caminar por la vida, con la cabeza en alto y los pies en firme. Su corazón parecía estar hinchado de felicidad. Latía tanto y tan fuerte que tuvo miedo de que pudiera estallar. Estallar de alegría.

Cierta mañana, su compañero de vida salió, como salía diariamente para ganarse honradamente el pan de cada día. Se despidió amoroso, pero la vida no le permitió regresar. Entonces, “la vieja” temió que su corazón no soportara tanto dolor... pero el corazón humano soporta más de lo que imaginamos. Soporta alegrías, tristezas, encuentros y pérdidas queridas... y “la

vieja” continúo viviendo. Fue madre, fue padre, amó a los hijos por los dos: por el padre ausente, por la madre triste. Los vio crecer, ser mujeres y hombres fuertes, sanos, rectos y honestos. Les dio tanto amor que quizá para ellos eso fue

lo normal... para nosotros los hijos es tan normal que los padres nos quieran... al fin y al cabo para eso son padres... para darnos la vida, sustento, caricias, consejos, escuela, amor y más amor. Y tal vez así fue con esos hijos: también la querían... ¿en la misma

medida?, es tanto, tanto lo que recibimos que, ¿aprendemos a retribuir, a corresponder ese amor? Los hijos de “la vieja” ¿lo supieron aquilatar? Los hijos de “la vieja” ¿correspondieron a su amor? Nadie lo sabe, ella vive sola, muy sola... la acompañan sus viejos recuerdos. Si encuentras a la “vieja”, si la llegas a ver, si te detienes y la observas, no con repulsión, no con compasión, sólo como a un ser humano, solitario y triste, verás su figura desgarbada, la cara ajada, los ojos tristes, casi marchitos, parecen ya no tener vida... sin embargo, por momentos, un brillo fugaz los anima, esboza una sonrisa, casi es una mueca, inútilmente trata de arreglar su desaliñado cabello... seguro que, en ese momento, está con sus muertos, o con sus hijos idos.

Otros días amanece taciturna y entonces no es raro ver nacer una cristalina y límpida lágrima, que brota de un corazón solitario, y se desliza lentamente, entre las tantas arrugas de su vieja cara. “La vieja” no tiene nada, o tal vez tiene todo... Tiene sus recuerdos, sus vivencias lejanas, tal vez sea rica, porque rico es, como dijera San Agustín: “el que necesita poco, no el que tiene mucho”. Cuando pases por la calle y veas a “la vieja”... hay muchas, en cualquier parque, calle o quicio solitario, piensa en lo que un día ella pudo ser, en lo que ojalá nosotros nunca seamos.



Ese día regálale una sonrisa, dale ternura, dale algo de lo que posiblemente no supimos dar en su momento a esos seres maravillosos a los que hace ya tanto tiempo les llamamos “padres”, porque quizá los hijos aquilatamos su valor justo cuando han emprendido el camino que no tiene retorno.

La vejez


Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida, porque nunca me diste ni esperanza fallida, ni trabajos injustos, ni pena inmerecida… porque veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino…

Amado Nervo



Envejecen las flores, los animales… y nosotros los humanos… pero ¿qué es en vejecer? El envejecimiento es un proceso natural y continuo, donde el organismo pierde el equilibrio funcional; termina con la muerte de las células y consecuentemente con la del individuo que éstas integran… Se trata de un conjunto de modificaciones morfológicas y fisiológicas que aparecen por la acción del tiempo sobre los seres vivos. Supone una disminución de la capacidad de adaptación en cada uno de los órganos, aparatos y sistemas. El envejecimiento de los organismos, y particularmente el nuestro como humanos, ha sido motivo de preocupación para el mundo entero desde hace ya muchos años.

Nuestra esperanza de vida al nacimiento se ha incrementado significativamente en los últimos años. El envejecimiento de la población puede considerarse un éxito de las políticas de salud pública y del desarrollo socioeconómico del mundo, aunque también es un reto para la sociedad actual ya que debe adaptarse a esta nueva realidad. Con el envejecimiento comienza una serie de procesos de deterioro paulatino de órganos y sus funciones asociadas. Varias enfermedades, como ciertos tipos de demencia, enfermedades articulares, cardíacas y algunos tipos de cáncer, se han asociado al proceso de envejecimiento.

Agradezco a la Dra. Teresa Pozos por compartir muchos de estos datos, la verdad, muy interesantes todos y que son origen de este texto. En 1984 se admitió internacionalmente que anciano es toda persona mayor de 65 años, edad coincidente con la jubilación laboral. Se dice que es progresivo, individualizado, irreversible y que conlleva al deterioro funcional. Es universal. Por otra parte, se le puede calificar como:



1.-EXITOSO, si los factores intrínsecos y extrínsecos son favorables.
2.-USUAL, si los factores intrínsecos y extrínsecos son normales.
3.-INCAPACITANTE, si los factores extrínsecos son desfavorables.
4.-PATOLÓGICO, si ambos factores intrínsecos y extrínsecos son desfavorables.

Ya hemos hablado algo acerca de la vejez; ahora bien, en cuanto a la clasificación por edad, se habla de: 1.-Adulto mayor “joven”: entre 60 y 65 años; 2.-Adulto mayor: entre y 60-69 años; 3.-Adulto mayor viejo: entre 70 y 85 años; y 4.- Adulto mayor muy viejo: por arriba de 85 años.




II.- El envejecimiento en México
Alicia Dorantes
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Se define como “envejecimiento demográfico” el aumento progresivo en la proporción de las personas de 60 años y más, con respecto a la población total, lo que resulta de una gradual alteración del perfil de la estructura por edades, cuyos rasgos clásicos (una pirámide con base amplia y cúspide angosta) se van desdibujando para darle una fisonomía rectangular y tiende posteriormente a la inversión de su forma inicial (una cúspide más ancha que su base).


Según los cálculos de las Naciones Unidas (ONU), en 1950 había alrededor de 200 millones de personas de 60 o más años de edad en el mundo. Para 1975, su número aumentó a 350 millones, y las proyecciones demográficas para el año 2025 hablan de más de 1,100 millones, lo que significa un aumento del 224% a partir de 1975. Se prevé́, además, que durante ese mismo periodo la población total mundial aumentará de 4.100 millones a 8.200 millones, o sea, un 102%. Por lo tanto, en 45 años más las personas de edad avanzada constituirán el 13,7% de la población mundial.



¿Qué determina este gran cambio demográfico? 1.- La disminución en la fecundidad, y 2.-la mayor esperanza de vida al nacimiento de cada individuo: obviamente ambos factores inciden en el crecimiento de la población y en su composición por edades. A medida que el proceso de envejecimiento avanza, el ritmo de crecimiento de la población muestra un incremento mucho más acelerado en el tramo de 60 años de edad y más, por efecto de la disminución de la mortalidad adulta y por la entrada en las edades adultas de generaciones numerosas nacidas en la etapa de alta fecundidad, mientras que a causa de la baja en la fecundidad la población menor de 15 años comienza a desacelerar su ritmo de incremento.

Los cambios en la disminución de la fecundidad y la mortalidad, principalmente, traen como consecuencia el descenso del ritmo de crecimiento medio anual de la población y una estructura por edades cada vez más envejecida. Asimismo, la migración –interna o internacional– puede influir tanto a nivel nacional como subnacional en el envejecimiento de la población, puesto que este proceso social se da principalmente entre los jóvenes y adultos jóvenes que tienen una mayor probabilidad de migrar por motivos fundamentalmente económicos, laborales o de estudios.

Este cambio conformacional es denominado “envejecimiento de la población”, y es uno de los resultados graduales de la evolución de los componentes del cambio demográfico (- fecundidad y + mortalidad). Asimismo, la migración –interna e internacional–

puede influir a nivel nacional en el envejecimiento de la población puesto que este proceso social se da principalmente entre los jóvenes y adultos jóvenes que tienen una mayor probabilidad de migrar por motivos fundamentalmente económicos, laborales o de estudios.

Informó el Consejo Nacional de Población (Conapo), que los integrantes de la tercera edad (mayor de 60 años) se mantendrá́n en continuo crecimiento, aumentando 76.3% en 2000 a 83.3 en 2015, y más en los tres lustros siguientes.



Así́, el número de los adultos mayores del país se cuadruplicarán al pasar de 6.7 millones en 2000 a 36.5 millones en 2050. Este cambio conformacional es denominado “envejecimiento o encanecimiento de la población”, el cual es uno de los resultados graduales que componen el cambio demográfico. A México le tomará la mitad del tiempo tener estos cambios. Se estima que la tasa de crecimiento se mantuvo constante en 1.0% anual durante el primer decenio del siglo XX. Después de la Revolución Mexicana aumentó de 1.4% en 1921 a 1.7% en 1930, 2.7% en 1950 y a 3.5% en 1965. Como consecuencia del declive de la fecundidad, la dinámica demográfica empezó a disminuir su velocidad gradualmente desde entonces, registrando tasas de 3.1% en 1970, de 2.3% en 1985 y de 1.3% en 2000

Ahora bien, se conoce como “transición epidemiológica” a la disminución de las enfermedades infecciosas y parasitarias, paralelamente al incremento en los padecimientos crónico- degenerativos. Estos cambios no son homogéneos: en el México actual hay más adultos mayores de 60 años que niños menores de 5... (Fuente: Proyecciones de Población de Conapo 2012-2050). La esperanza de vida al nacimiento ha aumentado en los últimos cien años: en el año de 1930 apenas alcanzaba los 37 años, para este año la esperanza de vida de las mujeres es de 79,77 años, mayor que la de los hombres que es de 75,76 años. Sin embargo, existen más de 30 países con expectativa de vida mayor de 80 años, como Japón, España, Australia, Canadá y Francia.

¿Cómo se comportan los adultos mayores? ¿Cómo es su existencia en el planeta Tierra que los vio nacer? 1.- Proporción H: M: 87:100; 2.- No saben leer ni escribir: 25. 6 %;

3.- 17 % carecen de Servicios de Salud; 4.- Sólo el 34% son económicamente activos; 5.- 17.1% viven solos; 6.- 27.7 % sufren de alguna discapacidad; 7.- Al menos el 7.3 % son hospitalizados una vez al año.

El envejecimiento acelerado de la población representa un reto importante tanto para el sistema de Pensiones como para el Sector Salud, ya que aumentarán también de forma acelerada la demanda de atención y, por consiguiente, el gasto en este rubro. Al mismo tiempo, este fenómeno requerirá de un modelo de atención específico del sector salud para contender adecuadamente con las nuevas necesidades de esta población, tanto en lo que se refiere a servicios asistenciales y residenciales como en lo que respecta a la alta prevalencia de discapacidad que afecta desproporcionadamente a los grupos poblacionales de edad más avanzada.

¿Cuál es el perfil de la mortalidad en el adulto mayor en México? Las principales causas de mortalidad en población adulta > 60 años en el 2010 fueron: 1.- Enfermedades del corazón 78,804





2.- Diabetes mellitus 56,425; 3.- Tumores malignos 44,216; 4.- Enfermedades cerebrovasculares 25,3065; 5.- Enfermedades pulmonares obstructivas crónicas, 16,489. En los hombres, la quinta causa de mortalidad fueron: Enfermedades del hígado, y las enfermedades pulmonares pasaron al sexto lugar

Conclusiones:

1.- El envejecimiento: es un éxito de la salud pública, pero la mayor expectativa de vida no signififica mejor estado de salud.

2.- La proporción de adultos mayores se cuadriplicará en 2050. 3.- Toda nación requerirá de una correcta adaptación ante esta transición demográfica. 4.- Se deben implementar acciones para el apoyo de la transición epidemiológica. 5.- Fomentemos las actividades docentes y asistenciales en este grupo de edad. 6.- Finalmente les digo a todos: Sí. Cuiden a los viejos, a los ancianos, ya que si suerte tienen quienes hoy llevan las riendas del país, llegarán un día a esa bella etapa de la vida... ojalá entonces encuentren esa protección, ese cariño, ese “apapacho” que tan necesario al paso de los años… Y concluye Amado Nervo su poema “En paz”:
Amé, fui amado, el sol acarició mi faz. ¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!