Extraña sobremanera, que en plena crisis económica, hace unos días en forma oficial, se difundió que de acuerdo con cifras publicadas por el Sistema de Cuentas Nacionales de México (SCNM), “Veracruz con la mayor tasa de crecimiento de los últimos años”. (AgenciaImagendelGolfo.310116, Formato7, Sociedad3.0, LaJornadaVeracruz.010216).
Preocupa esta actitud de desbordado e injustificado optimismo, frente a una inocultable y adversa realidad que, de muchas formas y aspectos se hace sentir al deteriorar aún más la difícil situación de millones y millones de veracruzanos; y al mantener la actitud y actividad oficial, en contradictorio contraste, al sostener casi como única y repetida respuesta, más de lo mismo.
Es más, resulta altamente perjudicial, repetir y abusar de este placebo y autocomplaciente punto de vista, ya que mantiene acción y disposición gubernamental aferrada a políticas y programas que no funcionan; o, en el mejor de los casos, ya dieron lo que tenían que dar.
En todo caso, simple y sencillo: inhiben una comprensión más realista de la problemática; impiden o deforman todo esfuerzo; y limitan iniciativas de actualización, remediación o cambio.
Es más, en el comunicado en cuestión se precisa que se trata del crecimiento más alto de los últimos tres años. “Las cifras reveladas a través del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que el estado, al cierre de los primeros nueve meses de 2015, acumuló su quinta alza trimestral consecutiva…”
Una revisión seria de dicha información, más bien nos lleva a la conclusión de, una vez más subrayar y alertar, que la Economía Veracruzana sigue en su tendencia a permanecer, entre la recesión y el estancamiento.
En cifras desestacionalizadas, el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE), para el trimestre julio-septiembre de 2015, señala que la variación para Veracruz, fue de 2.0 % respecto al trimestre anterior y de 2.9 % respecto al mismo de 2014.
Una rápida revisión de los últimos 11 trimestres, muestra con mayor claridad, el problema del pobre crecimiento de la Economía.
Así, casi (-0.25%), en 2013, ya que por trimestre fue de: 0.8%, 0.1%, -0.4% y -1.6 %.
De casi (0.07%), para el 2014, ya que también por trimestre fue de: -0.1%, -0.7%, 0.1% y 1.0%.
Y de (1.1%) para 2015, hasta septiembre fue de: 0.7%, 0.6% y 2.0%.
Por eso, llama más la atención la aseveración de que, dicho “comportamiento hace avizorar que la economía veracruzana continúa en el inicio de una fase de auge en su ciclo económico”.
Es más, a mayor precisión. El crecimiento de 5.3% alcanzado en Julio-Septiembre de 2012, no ha sido superado, en tres años (a 2015).
En los 12 trimestres siguientes, 4 han sido negativos; 5 de menos del 1.0%; y 3 menores del 2.0%.
Así, no se crece ni se generan empleos. Más bien se incrementa pobreza y hambre, inestabilidad y fragilidad, inseguridad y violencia.
La alegre y sobreestimada predicción podría pasar desapercibida si, cuando menos, tres cosas no sucedieran ni se comprobaran.
Primero, que no se lee e interpreta la información correcta y totalmente, considerando siempre, como punto de partida, el período al que se refiere.
Segundo, que precisamente información más reciente, sobre todo de los contextos nacional e internacional, simplemente comprueba que las crisis se han profundizado, incrementando sus efectos negativos a los ámbitos regionales y locales.
Y tercero, que como suele suceder, no se toman en cuenta los reiteradamente denunciados problemas de falta de políticas públicas pertinentes, oportunas y eficaces; los inocultables males que crecen y se padecen, vinculados con ineptitud, ineficiencia y delincuencia gubernamental; y, desde luego, los devastadores efectos de las irresponsables políticas financieras y de administración pública que influyen considerablemente en la profundización, aumento y complejidad de las afectaciones y problemas.
Por ejemplo, ¿por qué desde 1979 no se ha construido una nueva refinería en el país? ¿Quiénes se benefician en el lucrativo negocio de la importación de gasolinas?
LO QUE VIENE, NO SE PREVIENE.
No basta, no es conveniente echarle toda la culpa a lo que viene de fuera; y tampoco, basar expectativas y actitudes y comportamientos solo en buenos deseos, “se mantiene la expectativa de que el crecimiento de la entidad se sostenga en los siguientes trimestres de 2016”.
Aunque, justo es hacer mención, de un aspecto positivo de dicho comunicado.
No está mal, iniciar o profundizar análisis y estudios actualizados, sobre la importancia de la actividad petrolera en el estado.
Sin duda alguna, urge saber en dónde y con qué importancia se localiza su presencia que, ciertamente, no es la misma que en otros tiempos, pero sigue siendo importante, tanto en el estado de Veracruz y en otras cuatro entidades.
Por eso, creo que esta contribución a los análisis y estudios debe ser profundizada y actualizada. ¿Qué pasa en Veracruz si en el tamaño y forma, dejan de ser importantes las actividades asociadas con la extracción y transformación del petróleo?
Igualmente hay que señalar que sería ingenuo seguir esperando, que la inversión y administración de PEMEX mejore en los próximos años, si se mantiene en más de los mismo; y también, que ante el panorama tan difícil y adverso, las reformas energéticas logren, “que la inversión de PEMEX sea pronto sustituida por la de las empresas privadas que entrarán al mercado petrolero en el marco de la Reforma Energética”; misma, que lo que sí ha logrado, es cambiar de dueño la parte del patrimonio nacional privatizado.
En fin, hasta hoy, las evidencias muestran una Economía estatal, por los suelos, estancada o en recesión. Sin políticas efectivas de atención, ni de remediación y menos de previsión, de una administración cuestionada, con finanzas quebradas y, con la novedad, del humor negro, en la aplicación de un “plan de desbarajuste” que dizque pondrá orden y fortalecerá dichas finanzas oficiales.
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