No sólo es sequía, el agua de la laguna El Farallón ha sido saqueada en las últimas dos décadas por la omisión de la Comisión del Agua del Estado de Veracruz (CAEV), actualmente dirigida por Félix Jorge Ladrón de Guevara Benítez, organismo al que hace casi 20 años se presentó un estudio que daba cuenta de la inminente desecación en la zona.
Sin embargo, el abandono de este cuerpo de agua que forma parte de un sistema lagunar declarado como área natural protegida también es responsabilidad de exfuncionarios y del actual Gobierno del Estado.
Y es que el titular del Ejecutivo, Cuitláhuac García Jiménez, tiene la facultad de ordenar una veda y prohibir que continúe la extracción irregular de agua en esta laguna, la cual a la fecha presenta una grave desecación. Sin embargo, a la fecha continúan instaladas mangueras que surten del líquido a los ranchos ganaderos de la zona.
Por años otros funcionarios y exfuncionarios también han sido negligentes en vigilar la conservación de esta extensión de agua ubicada en la superficie del municipio de Actopan, incluyendo a líderes de partidos políticos estatales y nacionales.
Entre los nombres más destacados se encuentra el senador y coordinador nacional de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. El partido “naranja”, fundado como Convergencia, tiene una de sus oficinas junto a esta laguna y desde hace casi 2 décadas, la referida investigación también le advirtió al partido sobre la sequía que se padecería a causa de la sustracción inmoderada de agua.
La profesora e investigadora nacional del Instituto Tecnológico Superior de Xalapa, Laura Ruelas Monjardín, responsable del citado estudio, asevera que se requirió la ayuda de Convergencia para preservar el lugar pero nunca hubo respuesta del exgobernador interino de Veracruz ni de sus subordinados.
Igualmente, la extitular de la CAEV y actual secretaria del partido con registro estatal “Todos por Veracruz”, Yolanda Gutiérrez Carlín, hizo caso omiso a las advertencias de la experta.
Gutiérrez Carlín, actual aspirante a una diputación plurinominal en el Congreso del Estado, fue informada por Ruelas Mojardín del deterioro que comenzó a registrarse en El Farallón desde hace 2 décadas y aunque fungió como directora de la CAEV, optó por desestimar la alerta.
Lo mismo ocurrió con el exdiputado local y presidente de la Comisión de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático, Justo José Fernández Garibay, quien actualmente se desempeña como subsecretario de Promoción y Apoyo al Comercio y Servicios de la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECOP).
El exlegislador del PRI también fue advertido por el problema que comenzó a agravarse desde hace 2 décadas en el sistema lagunar de Actopan, aunque tampoco hizo nada para evitarlo durante su periodo en la LX Legislatura.
En 2002, Ruelas Monjardín realizó un estudio a petición del Campamento El Farallón, propiedad de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), para los empleados de la Central Nucleoeléctrica Laguna Verde.
Desde entonces concluyó que la extracción del agua para riego de plantaciones y para la crianza de ganado secaría la Laguna El Farallón y por eso comenzó a tocar puertas ante dichas autoridades.
A la fecha, cuando el cuerpo de agua está extinguiéndose, la investigadora lamenta la inacción de Ladrón de Guevara Benítez, actual director de la CAEV, puesto que es responsabilidad legal de este organismo actuar ante la situación que existe en El Farallón.
Ciudadanos dan la cara por El Farallón
Además de ambientalistas como los integrantes de la Asamblea Veracruzana de Iniciativas de Defensa Ambiental (LaVida), quienes culpan de la sequía en El Farallón a las mineras que operan en la zona, también los ciudadanos de Actopan buscan rescatar la laguna.
Incluso
desde la plataforma Change.org, el ciudadano Jaime González Contreras llamó al Gobernador del Estado y a la CAEV a tomar cartas en el asunto, recibiendo el respaldo de más de 12 mil firmas en apenas una semana.
En entrevista, la investigadora Laura Ruelas expuso que, de acuerdo con la Ley de Aguas del Estado, a la CAEV le corresponde la formulación, seguimiento, evaluación y actualización de la programación hidráulica en el Estado, con la participación de los Gobiernos Estatal y Municipales y los usuarios y a través del Consejo del Sistema Veracruzano del Agua.
De acuerdo con el artículo 27 de dicho marco legal, el Consejo del Sistema Veracruzano del Agua es presidido por el Gobernador del Estado. Además, el artículo 14 establece que el Ejecutivo estatal tiene entre sus facultades establecer “las vedas de control y protección de cuerpos de agua de jurisdicción estatal”.
A finales de abril, el director general del Organismo Cuenca Golfo Centro de la CONAGUA, Pablo Robles Barajas, explicó que la laguna El Farallón es responsabilidad del Estado, al no estar conectada al mar.
Por esta razón, Ruelas Monjardín subraya que es urgente que al menos la CAEV intervenga en este asunto.
“La CAEV debería revisar quiénes extrajeron agua de la Laguna, declarar una veda y esperar que en la época de lluvia la laguna se vuelva a recargar; ahorita se debería de suspender toda extracción”.
“También se debe delimitar el terreno que corresponde a la laguna, para que no se sigan extendiendo los cultivos y que nadie se posesione del terreno. Todo cuerpo de agua requiere de una delimitación para protegerlo, se requiere que la autoridad lo haga”, opinó.
Autoridades sabían que laguna se secaría
Ruelas Monjardín refirió que desde el 2002 existían conflictos por la distribución del agua y tuvo acceso a datos batimétricos en la Laguna de El Farallón para determinar la causa.
“Los pescadores ya se habían inconformado por la extracción de agua de la Laguna, entonces se echaba la culpa al campamento de El Farallón, cuando en la Central de Laguna Verde había mucho más movimiento”.
“El Campamento pidió esos estudios para demostrar que ellos no eran los causantes de que la laguna se estuviera secando, lo que resultó cierto”, refirió.
Añadió que desde 2001 existen evidencias de que el nivel del agua en la laguna había bajado, pues en 1986 la laguna medía 7.8 metros de profundidad pero el líquido se extraía para regar plantíos y dar de beber a los animales de ranchos ganaderos instalados en las inmediaciones.
“Entonces estos estudios decían que, si el ritmo de extracción de agua de la laguna se mantenía, en 5 años se iba a comenzar a secar”, dijo la profesora, agregando que puso de manifiesto esta situación a las autoridades del Estado, aunque no hubo eco a sus advertencias.
“Le toca a CAEV pero cuando yo estuve trabajando ahí la CAEV nunca se quiso hacer cargo de esa laguna, a pesar de que había todo un estudio que le decía que era responsable de administrar esa laguna (…)”.
“La Laguna es tierra de nadie, nadie reguló ni les dijo a los ganaderos que no extranjera el agua, ni a los campesinos que no usaran el agua para regar sus cultivos, aunque se trata del único cuerpo de agua dulce en la zona, puesto que las otras lagunas tienen agua salada y salobre”.
Laguna está en ruta de paso de aves migratorias
La profesora explica que El Farallón contribuye a que el microclima del lugar no sea tan caliente y en caso de secarse provocará tolvaneras que pueden afectar la salud de los pobladores, además de quedarse sin la actividad pesquera y vivir en un ambiente más caluroso.
Detalló que la Laguna es de origen volcánico, no tiene filtraciones y sus únicos aportes de agua son 3 arroyos pero entre los pozos y el cuerpo de agua no hay conexión con un acuífero.
Ella no descarta que las mineras que operan en la zona hayan contribuido a su desecación, puesto que requieren una gran cantidad de agua, lo que también debería ser objeto de estudio por parte de la CAEV.
Ruelas Mojardín detalló que la microcuenca tiene 743 hectáreas pero la laguna de El Farallón cuenta con 68 kilómetros cuadrados de extensión, de ahí su importancia como sitio de paso para aves migratorias.
Al respecto, el 7 de noviembre del 2018 la Secretaría de Desarrollo Social del Estado publicó el “Programa especial de ordenamiento territorial y desarrollo urbano, sector sureste del municipio de Actopan” en la Gaceta Oficial del Estado
En el documento se establecen objetivos a corto, mediano y largo plazo para el Programa Especial de Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano considerando la protección del entorno.
El documento expone que el sistema lagunar del que forma parte El Farallón tiene una amplia diversidad biológica y los ecosistemas que le dan vida a esta región cuentan con más de 800 plantas y 300 aves registradas.
“Este variado ecosistema es el hábitat de especies en peligro de extinción protegidas por la Ley mexicana (pericos, lagartos, tortugas, loros, nutrias) y de especies propias del Golfo de México. Estas últimas juegan un papel determinante en la fijación de los médanos (…).
“Todos estos ecosistemas son las lagunas de Farallón y del Llano y las dunas, albergan una de las áreas de migración de aves más importantes del mundo. El corredor de aves rapaces que baja de Canadá y Estados Unidos durante los meses de octubre y noviembre, constituye un espectáculo sin igual”.
Igualmente se establece que desde 1977 una superficie de 80 hectáreas fue decretada área natural protegida y ha permanecido bajo la protección y el estudio del Centro de Investigaciones Costeras La Mancha (CICOLMA).
Incluso se expone que, en La Mancha, durante el mes de marzo, se lleva a cabo el “Festival de Aves Playeras” para despedir a las migraciones que regresan al norte del continente.
Por lo anterior, la investigadora advierte sobre la importancia de que el Gobierno del Estado, a través de la CAEV, asuma su responsabilidad y no permitan la extinción de El Farallón.
“Si a la autoridad que le toca no toma el control de esa y de las otras 27 que le competen, esa va a ser la suerte de las lagunas en Veracruz; tiene que retomar esa responsabilidad.
“De qué sirve que se haya puesto la advertencia hace 20 años; todavía estamos a tiempo de recuperar El Farallón”, aseguró.