Zanjas de 30 centímetros de profundidad y 25 centímetros de ancho, atraviesan calles de tres colonias de Río Blanco desde hace dos meses y no han sido cerradas, afectando la suspensión de los vehículos y poniendo en riesgo a los peatones.
María del Carmen, Juan Pablo y Rocío, residentes de la colonia Álvaro Obregón, lamentaron la falta de capacidad de la constructora a cargo de las obras de introducción de agua potable, asignadas por la CAEV en Río Blanco.
Los vecinos afectados señalan que a diario deben rodear para llegar a destino, debido a calles cerradas con maquinaria, escombro acumulado y materiales de construcción que lo mismo invaden calles que banquetas.
En la colonia Álvaro Obregón, los afectados señalaron que las calles Emiliano Zapata y Luis G Urbina, así como Francisco Villa y Venustiano Carranza, por citar algunas, tienen registros abiertos de hasta 40 centímetros de profundidad.
Tan sólo en esta colonia se contabilizan más de 14 calles con zanjas abiertas, pero también en las colonias Modelo y Venustiano Carranza: "Sabemos que son obras necesarias, pero no han cerrado las calles cuando ya están abriendo más y no se puede pasar. Es un polvadero y riesgo para conductores y peatones", señalaron.
Y es que una calle cuya obra de apertura, introducción y reparación le debía llevar a la compañía constructora dos semanas en promedio, y en algunos casos llevan dos meses abiertas.