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Sección: Estado de Veracruz

COVID-19 y cambio climático van a profundizar las inequidades: Fernando Tudela

- Fernando Tudela Abad, del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad, alerta por “única crisis global”

- Se enfrenta también deterioro de la biodiversidad, desigualdad creciente e involución social

Miguel Valera Xalapa, Ver. 08/06/2020

alcalorpolitico.com


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La pandemia del COVID-19 no es la única crisis global que enfrentamos. El cambio climático ha sido tema de los últimos 20 años, conectado con el deterioro de la biodiversidad, los desajustes sociales y los desajustes socio-políticos, así lo consideró el doctor Fernando Tudela Abad, del Centro del Cambio Global y la Sustentabilidad AC.

Durante la conferencia “Cambio climático, desarrollo y pandemia”, organizado por El Colegio Nacional y coordinado por la investigadora Julia Carabias Lillo —en la que participaron también José Sarukhán y Enrique Provencio—, Tudela Abad consideró que el COVID-19 y el cambio climático, como crisis globales, van a profundizar las inequidades en el mundo, una desigualdad creciente y una involución social.

“Son aspectos interrelacionados, determinados por la intervención humana en los sistemas de soporte de vida. Superarlas implica intervenciones sinérgicas, no vamos a resolver por separado las pandemias, el cambio climático, los problemas socioeconómicos-políticos, equivalentes a una nueva revolución industrial, orientadas por la definición de problemas y la comprensión interdisciplinaria de la complejidad socio-ambiental. Finalmente, lo que necesitamos es una visión interdisciplinaria de una complejidad social y ambiental”, destacó.



No nos toparemos con una nueva normalidad

Durante una larga y detallada explicación sobre estos fenómenos humanos, el académico, experto en cambio climático, ordenamiento territorial y financiamiento estratégico, quien fue Subsecretario de Planeación y Política Ambiental, Profesor del Colegio de México y Director del programa LEAD, asegura que no nos toparemos con una nueva normalidad, sino que ésta será parte de un proceso prolongado y moldeable.

Consideró que hay “espejismo peligroso”, que el mercado ajuste, estabilice la demanda y oferta de bienes y servicios. “Para los intereses humanos y ambientales, la ‘mano invisible’, aunque equilibre oferta y demanda en torno a un precio, no logra una distribución incluyente de satisfactores”.



Por ello, planteó, es posible y necesario intervenir en el proceso de re-organización.

Dijo que es fundamental el papel del Estado. “El desmantelamiento del Estado, incluso invocando austeridad, es un sueño neoliberal, abocado al fracaso”.

Es importante también, la introducción de bienes públicos, incluyendo aquellos de índole ambiental, no reductibles a dinero.



Además, la revisión de la institucionalidad hacendaria, físcas, con una focalización cuidadosa de apoyos económicos, subsidios y sistemas MRV.

También, la intervención democrática para incidir en la orientación y límites en la determinación de ofertas, demandas y precios para un nuevo marco de mercados regulados.

No olvidar el cambio climático



En la tercera conferencia de la Semana del Medio Ambiente en Tiempos de Pandemia, organizada por el Colegio Nacional, Tudela Abad señaló que “la pandemia no puede ser un pretexto para dejar de lado el cambio climático o la defensa de la biodiversidad”.

“La crisis hace que muchas cosas que pensábamos imposibles sean posibles. Ya muchas cosas están rotas, muchos esquemas… cuando algo se ha roto hay que recomponer, no hay que plantear una sustitución”, aseveró.

Insistió: “La atención a la pandemia y a sus implicaciones socio-económica no puede ser pretexto para diferir o minimizar la acción climática en mitigación y adaptación, o la defensa de la biodiversidad”.



Dijo que la crisis facilita las transformaciones de fondo, incluyendo la indispensable transición ecológico-energética, a saber: la conservación de ecosistemas y biodiversidad; la sustitución progresiva, acelerada, de combustibles fósiles por energía renovable, a costos cada vez más competitivos; generación de empleos de calidad; reducción de emisiones nocivas y mejoramiento de la salud pública y de la calidad de vida, destacó.

Al mostrar una caricatura de un periódico norteamericano, en donde se muestra, en un ring, al mundo, peleando contra el COVID-19, mientras afuera espera del cambio climático, el experto aseguró que “estamos peleando con COVID pero tenemos prácticamente en el ring, no como un desafío futuro, sino como algo que ya está encima, un desafío mucho mayor, que es el cambio climático”.

“Mi moraleja de este cuento es que no hay que desperdiciar una buena crisis como desperdiciamos la crisis económica de 2008-2009, esta no la podemos dejar pasar sin cambiar lo más que podamos”, indicó durante su presentación.



“Cambio climático, desarrollo y pandemia”, la tercera conferencia de la Semana del Medio Ambiente de El Colegio Nacional reunió a expertos en el tema, para analizar si la humanidad será capaz no sólo de prevenir pandemias, sino también otras crisis provocadas por el cambio climático.

El doctor Fernando Tudela Abad insistió en que no caben soluciones parciales; se requieren intervenciones coordinadas de múltiples países.

“Como lo he dicho en muchas ocasiones, si la ONU y las entidades multilaterales no existieran, estas crisis tendrían que ser una buena razón para tener que inventarlas. Necesitamos esa conexión global”.



Impacto social discriminador

Insistió en que la población en situación de pobreza, en distintas condiciones de marginalidad, es sin lugar a dudas la más afectada por estas crisis y la que tiene menos responsabilidad en su determinación.

Dijo que todavía no está muy claro y será necesario un ulterior análisis social de las defunciones y de los impactos de medidas de respuesta, así como de los

damnificados por “desastres naturales” vinculados al clima.

“Hay un consenso generalizado de que el COVID-19 y el cambio climático profundizarán las inequidades”, reiteró, para señalar que la mal llamada “gripe española” de 1918 mató a 39-100 millones de personas, es decir el 2-5 % de la población mundial, no necesariamente profundizó la inequidad.

Fernando Tudela Abad dijo que en esta pandemia se han mal planteado conflictos políticos, “presentando el dilema de qué es más importante, si la economía o la salud pública, lo cual es una cosa absurda, porque lo que queremos es tener bolsa y tener vida. En ambos casos, la economía y la salud son aspectos centrales en nuestra supervivencia”.



Conocimiento científico e intervención eficaz

Dijo que el conocimiento científico es la base para una intervención eficaz y se refirió al desbalance entre el Fondo de Desastres Naturales (FONDEN) y el Fondo para la Prevención de Desastres Naturales (FOPREDEN), dentro de la tendencia a asumir la “imprevisibilidad” de las cosas.

En su exposición, marcó la diferencia entre cientificismo, que es la legitimización de decisiones y la ciencia, como práctica crítica, búsqueda de refutaciones y procesos participativos amplios, con información compartida.



Lamentó la irracionalidad frecuente entre dirigentes y la opinión pública que da atribuciones subjetivas a las causalidades: negacionismos; sustitución de ciencia por ideología, por superstición.

“Todavía hay mucha gente que cree que la pandemia no es real. Y más allá de un déficit del conocimiento técnico de cada una de las crisis que estoy apuntando en esta presentación, esto refleja un falla en educación general, básica, de un respeto al trabajo científico, una fe en el trabajo científico”.

“Hay coincidencias socio-política entre negacionismos al cambio climático, a la pandemia, al rechazo a vacunas, etcétera”.



“Tenemos una crisis de credibilidad generalizada, en unos países más que en otros”, destacó.

Posibles umbrales del antropoceno (2000)

Fernando Tudela Abad dividió los últimos tiempos en cuatro periodos. El actual dijo, es caracterizado por un impacto significativo de las actividades humanas en los sistemas naturales y los ecosistemas.



El de la Revolución neolítica, 10 mil años BC, se caracterizó por la agricultura, los asentamientos, las civilizaciones complejas. El de 1492, de “Magallanes”, por el descubrimiento mutuo, de “Otro Mundo”, fue la primera globalización. Luego vino la Revolución Industrial, a finales del siglo XVIII, con grandes transformaciones tecnológicas, económicas y culturales y finalmente, la aceleración global de la producción y el consumo, que dio un impulso exponencial de indicadores post 1945.

Finalmente, al referirse a los procesos “raros” de zoonosis, dijo que las tres cuartas partes de las enfermedades nuevas o emergentes como el VIH, el dengue, el Ebola, el SARS, el MERS, la Zika, el Nilo Occidental o el Junin, son zoonóticas.

“Una parte fuerte de la opinión pública estaría de acuerdo en que es deseable la eliminación de hospederos, vectores, bacterias, virus y, en general, la biodiversidad que no represente un beneficio económico claro. Lástima que no podamos comprar más insecticidas en el súper, podríamos decir pero eso es imposible, sería catastrófico para la supervivencia humana. Ecosistemas y biodiversidad constituyen la trama de vida de la cual formamos parte y dependemos. No seríamos viables sin ello”, asentó.



El investigador insistió en el compromiso que tienen que tomar los países para detener el calentamiento global, adoptar la Agenda 3030, sus 17 objetivos y las 69 metas identificadas.

“Los 17 objetivos pudieron haber sido modelo para un Plan Nacional de Desarrollo en México pero no lo fueron”, lamentó.

“El Protocolo de Kyoto y el Acuerdo de París son intentos para aplastar la curva, para estabilizar pero la temperatura sube y sube y el nivel del mar sube y sube. Y esto no es por falta de conocimiento. Es urgente bajar el tope aceptable de temperatura. Si seguimos como vamos, la temperatura promedio va a pasar seguramente de tres grados”, concluyó.