Con taller promueven música de la Huasteca, en Chicontepec

Para evitar la desaparición del son huasteco, en Chicontepec el maestro Francisco Javier Sánchez Hernández impulsa la difusión de dicho género musical por medio del taller “Semillas del Balcón” o Kaltlamachtiloyan.

En entrevista, el joven músico reconoce los diversos retos para cultivar la música de las huastecas en las nuevas generaciones debido a la invasión de canciones con letras más agresivas, distintas a la realidad de los pueblos en la porción norte de Veracruz.

A lo anterior se suma que cada vez hay menos músicos en Chicontepec, lo que condujo que el son huasteco viviera una decadencia hasta hace unos años, cuando surgió una revitalización. “Solo había personas mayores

que interpretaban el son huasteco en su diversas vertientes, como el son ritual de la fiesta de huapango, la danza y han surgido movimientos desde hace un par de décadas que enseñan a los niños a tocar la música”.

Reconoció que hubo un momento en que en la cabecera municipal sólo quedaban 4 músicos del Son Huasteco, todos personas adultas mayores. Esto motivó a Francisco Javier a crear el taller “Semillas del Balcón”, mismo que es conformado por 40 estudiantes con edades que van desde los 9 a los 20 años en Chicontepec.

“En el taller pues realmente ha habido dificultades más que nada en que los niños muestran interés por esta cultura, por todo el fenómeno global que sucede, que les gustan más las redes, les gusta hacer otras otros tipos de actividades y es válido. Pero realmente la dificultad radical en que los niños muestran interés por aprender y valorar la música porque muchos lo tomamos como algo cotidiano”, subrayó.



A esto, las nuevas generaciones se ven atraídas por los denominados “corridos tumbados” o “música norteña” y aunque Francisco Javier admite que es válido, sí representa la dificultad de que los menores no se sientan atraídos por el son huasteco.

En el caso de Chicontepec, sólo viven 4 músicos “grandes” en la cabecera. Y si bien en las comunidades todavía quedan muchos soneros huastecos, algunos se han visto obligados a emigrar por razones de trabajo en algún momento de sus vidas. “Sí, inclusive los maestros grandes que aún quedan en las comunidades cuentan que antes se iban a la Ciudad de México a trabajar las fábricas, realmente todos tuvieron que emigrar del pueblo para poder tener una mejor estabilidad económica. Es un fenómeno que sí abarca a todos”.

La labor de Francisco Javier ha impresionado a músicos en el extranjero y en el País. Ha participado en encuentros internacionales con expositores de Colombia, Paraguay y Lituania y con la Universidad de Victoria de la Columbia Británica, en Canadá.