Con colocación de marcapasos, hombre orizabeño tiene una nueva vida

A diferencia de historias negativas que a diario se escriben en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la de Asunción Ramos Jiménez, es de una nueva vida. Este hombre llegó al borde de la muerte al hospital del instituto en Orizaba, su corazón tenía menos de 30 pulsaciones por minuto; las normales son 60.

Hoy a él se le colocó un marcapasos, que le permitirá tener una vida más tranquila y casi normal; desde este miércoles trae en su cuerpo un objeto extraño que ayudará a que su corazón tenga la carga eléctrica que necesita.

En este sentido, Francisca Ramos Hernández, hija de Asunción, relató que hace una semana comenzó su calvario; su padre llegó de trabajar y ya no pudo dar un paso porque se fatigaba, sus pulsaciones de un día hacia otro habían venido a la baja, no eran mayores a 30.

Por tal motivo ella y su familia decidieron llevarlo a la clínica de “El Naranjito”, en la zona sur del Estado, ahí lo revisaron y los médicos determinaron que debían tratarlo en el hospital de Minatitlán en donde se tomó la decisión de que fuera trasladado de inmediato a Orizaba; requería de la colocación de un marcapasos.

“Mi familia decía que pronto se iba morir en el IMSS, pero yo le dije a mi papá que la institución que es mejor y tiene todo es ésta, porque particular nos iba salir bien caro”, agregó que la esperanza estaba casi perdida luego que su padre había tenido una crisis el pasado lunes, pero el panorama cambió este día cuando vio salir del área de colocación de marcapasos, a su papá con vida; una nueva vida.

La entrevistada destacó que los hábitos de su papá en nada ayudaron, “bebía, fumaba, su mala alimentación era evidente, siempre dijo que de algo se iba a morir y nosotros peleábamos con él, pero no hacía caso”.