La política o el teroleto

En diccionarios la política suele ser definida como el conjunto de decisiones y medidas tomadas por determinados grupos que detentan el poder, en pos de organizar una sociedad o grupo particular, siempre buscando el bien común.


El término política es muy amplio ya que se puede hablar de política en sentido estricto (es decir, aplicada a los gobiernos y naciones) o en otras instituciones si se trata de políticas empresariales o al hablar de instituciones, entre otras.

Muchos autores definen a la política como el «ejercicio del poder», porque se entiende a la política como una de las tantas maneras de ejercer poder con el fin de mediar las diferencias de intereses entre pares en una sociedad en particular.

La palabra política proviene del latín politicus, que viene del griego politiká y que alude a la cosa pública, en el siglo V a. C. Aristóteles popularizó el término con su obra “Política”.


Existen distintas ramas que se derivan de la política, como la ciencia política, la filosofía política, la economía política, entre otras. Es importante distinguir entre las personas que ejercen la política (funcionarios políticos) y los que se encargan de su estudio (politólogos).

¿Para qué sirve la política?

La política surgió como una necesidad de los individuos de organizarse en miras a tomar decisiones, cumplir objetivos, llegar a acuerdos y facilitar la vida en sociedad resolviendo conflictos de manera democrática.


Se cree que tiene sus inicios en el periodo Neolítico, cuando la sociedad empezaba a organizarse de manera jerárquica y algunos individuos obtenían poder por sobre el resto, por lo que se sostiene que la política es tan antigua como la humanidad en sí.

En un sistema democrático, los ciudadanos eligen a ciertos individuos para que ocupen los principales cargos políticos y, desde allí, los representen frente a los conflictos o situaciones propias de la vida en comunidad, tanto en el plano interno como externo (en relación a otros países).

Este concepto de lo que debe ser y fue la práctica de la política como herramienta de poder para buscar el progreso y bienestar de todos los habitantes de una comunidad, municipio, estado o nación, se perdió en nuestro cuando los más ambiciosos fueron desplazando a los profesionales de la política y los más honestos.


Y fue tanta la descomposición al interior de los partidos políticos, que fueron las organizaciones sociales que coincidian en un ideal, en los principios morales, en la forma de construír una más sólida base social, que en vez de ser guías para el progreso, los líderes sindicales y partidistas se convirtieron en voraces depredadores de cargos públicos y de los fondos propiedad del pueblo, de los impuestos que forman la hacienda pública, así como del uso del poder para acumular riqueza, quienes hoy en forma poco organizada forman la oposición que con el tiempo se irá consolidado.

El descontento social capitalizado

Los más de setenta años que duró el PRI en el poder sirvieron para que en un principio fundaran las instituciones más importantes del país. El México que nos tocó vivir y tristemente vemos como lo ha destruído AMLO y sus fanáticos, desgastó a quienes detentaron por mucho tiempo el poder y se convirtieron en caciques de sindicatos, de municipios, estatales y hasta en capos de organizaciones delictivas.


A ellos que se han hecho de inmensas fortunas no les interesa que les endilguen cualquier calificativo, si se los repiten de frente con negar la acusación piensan que es suficiente, y es tan severa la miseria a la que nos han llevado que ese sedimento de pobreza les ha servido para alimentar, con croquetas (lo ha dicho AMLO) a sus mascotas a cambio de votos, de aplausos, de loas, de lambisconerías y de acciones que muestran elevados indices de ignorancia en nuestro pueblo.

Fueron más de cincuenta millones de votos los que obtuvo la señora “científica” Claudia Sheinbaum para ganar la presidencia de la república, pero le faltaron 45 millones de mexicanos que se negaron a apoyarla, lo que quiere decir que a partir de este martes ella será Presidente de México, no representante de todos los mexicanos, como se ostentó su hacedor, el rey de las promesas, el más falso de todos los presidentes que hemos tenido en toda nuestra historia, el magalómano (los megalómanos destacan por sus delirios de grandeza, ansias de poder incalculable y distorsión de sus capacidades reales. Muchos personajes de la historia, especialmente dictadores y gobernantes, han sido mencionados como ejemplos de megalomanía) más despreciable.

Los Yunes al alza


Habría que ser muy ingenuos o tercos para pensar que los diputados locales electos, Indira Rosales San Román y Fernando Yunes Márquez seguirán participando en la bancada del Partido Acción Nacional en Veracruz después de lo que hemos visto con el caso del Senador de la República Miguel Ángel Yunes Márquez y su suplente, el exgobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes Linares. 

El patriarca del grupo Yunes, marcó línea a través de su primogénito, Miguel Yunes Márquez quien no solo se convirtió en el senador 86 de Morena para apoyar la Reforma Judicial, sino que apenas en la madrugada del miércoles ya votó en “bloque con Morena”, para respaldar, el traspaso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. 

A semanas de que tomen protesta como legisladores, a Fernando Yunes e Indira Rosales ya solo les falta hacer la señal de la 4T, estirando por completo la mano, sonreír para la fotografía y esconder el pulgar derecho. 


Comentamos ayer en rueda de amigos que estamos viviendo una realidad innegable: los partidos políticos que sobrevivieron al embate gansteril de Morena, carecen de liderazgos y se encuentran divididos y repudiados por la sociedad al considerarlos una opción inexistente de equilibrio político y Morena, donde están embelesados con su líder López Obrador quien les reparte una lanita cada dos meses a cambio de nada, salvo su lealtad convertida en voto, son paisanos carentes de capacidad de análisis, menos de conocimiento de una ideología. Su líder AMLO les ha dicho sus mascotas. Y, en fin, vivimos en el umbral de lo incierto. Una presidente mujer, un grupito leal a ella contra otro más grande leal al que se va y un hijo del patriarca (Andy) sin definición.

El mejor deseo que podemos tener es que a Claudia la vaya bien, se quite pronto las ataduras que la amarran al dictador y cumpla con los compromisos que ha hecho distintos a los caprichos de su jefe, no más. Y, desde mi punto de vista, nada mal que la presidente Claudia Sheinbaum cuente con los servicios de asesoría de los Yunes, de sobrada experiencia en el terreno político.

González Naveda, defensor de AMLO


El diputado federal, Adrián González Naveda, informó que alrededor de 20 millones de mexicanos se verán beneficiados con la reforma al salario mínimo, que incluye a maestros de educación básica de tiempo completo, personal sanitario, médicos, enfermeras y personal administrativo, policías, militares, marinos y miembros de la Guardia Nacional (GN), que percibirán un salario arriba de 16 mil pesos.

En ese sentido, finalmente quedó plasmado en la Constitución en el apartado del artículo 123.

"Que nunca podrá ser menor a la inflación presentada en ese mismo año", dijo.


Destacó que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue el artífice de los "grandes instrumentos para combatir la pobreza y en este sexenio el salario mínimo ha aumentado más del 110 por ciento".

El diputado federal, explicó que la reforma aprobada este martes contempla establecer un salario profesional a maestros de educación básica de tiempo completo, personal sanitario incluyendo a médicos, enfermeras y personal administrativo, policías, militares, marinos y miembros de la Guardia Nacional (GN).

"No pueden ganar menos del salario promedio del IMSS que este año es de 16 mil 700 pesos que equivale al salario mensual promedio registrado en 2023 en el Instituto Mexicano del Seguro Social, actualizado por la inflación estimada para el año 2024; con esta reforma se benefician 20 millones de pesos", concluyó González Naveda.


REFLEXIÓN

A propósito del primer párrafo de los APUNTES de hoy, no sabemos a qué estamos jugando los ciudadanos mexicanos en edad de votar, si a la democracia o al teroleto.

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