Con la elevación de decenas de globos de Cantoya y uno espectacular de 8 metros, se llevó a cabo la celebración de los 15 años del Cristo Redentor, ubicado en uno de los cerros más altos en esta villa.
El evento reunió a decenas de personas, quienes participaron en un espectáculo que se volvió multicolor cuando soltaron los globos, elaborados con asesoría de artesanos de Zozocolco de Hidalgo.
La obra, creada por el extinto escultor Teodoro Cano y realizada con un equipo de colaboradores, mide 31.50 metros de alto, y con los brazos extendidos tienen 20.50 metros de ancho, con un peso total aproximado de 750 toneladas, indicó José Isabel Rosado Vargas, custodio del lugar.
“Fue abierto al público oficialmente el 3 de noviembre de 2007, siendo alcalde Francisco de Jesús Ortiz Yorio”, añadió.
Rosado Vargas estimó que en todos estos años el sitio ha sido visitado por más de 2 millones de personas de todo el país y distintas partes del mundo, aunque durante los años 2020 y 2021 la afluencia cayó en forma significativa debido a la emergencia sanitaria por la pandemia.
Abundó que la escultura de esta villa, creada por el escultor Teodoro Cano y realizada con un equipo de colaboradores, mide 31.50 metros de alto, y con los brazos extendidos tienen 20.50 metros de ancho, con un peso total aproximado de 750 toneladas, visible desde grandes distancias debido a la altura del cerro donde se localiza, en la periferia de esta cabecera municipal.
A la vez, el profesor Gregorio Bustos Serrano, quien en los últimos años ha recopilado datos históricos del municipio, remembró que la tarde del 3 de noviembre de 2007, el entonces alcalde Francisco de Jesús Ortiz Yorio, acompañado de su familia, autoridades estatales, civiles y religiosas, inauguró la majestuosa escultura, bendecida por
monseñor Domingo Díaz Martínez, entonces obispo de la Diócesis de Tuxpan.
“Era la culminación de una obra titánica, con 31.5 metros de altura, considerada la escultura más alta del país con una similitud con el Cristo del Concorvado de Rio de Janeiro, Brasil.
“Se han comentado diversidad de motivos para el emplazamiento de la escultura en ese lugar. Se sabe que los señores Francisco de Jesús Ortiz Yorio, Mardonio Rodríguez y Raúl Gómez Lechuga tuvieron la visión hacía ya algunos años, de considerar un monumento a la cristiandad en lo alto de lo que ahora llamamos el cerro del Cristo.
“Nuestros abuelos siempre comentaron que ese cerro era un manantial de agua dulce y que también era alcanzado por un brazo de mar. Había opiniones en el sentido de que, ahí en donde se juntan los dos cerros más altos, justo en el antiguo camino real a Cazones y para pedir por lluvias por la sequía imperante, ahí debería construirse un santuario cristiano”, abundó Bustos Serrano.