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Sección: V?a Correo Electr?nico

Espacio Ciudadano

Captura del Chapo: ¿final feliz?

Jorge E. Lara de la Fraga 04/03/2014

alcalorpolitico.com

“Es preocupante que elementos del poder económico y del
control político están involucrados en el narcotráfico…”

No hay duda de que gran parte del país sigue hundida en la violencia y en la inseguridad. Después de 13 años y 1 mes fue recapturado El Chapo Guzmán, el narcotraficante que dominó en la producción y en la exportación de la droga en el mundo; su organización sigue traficando heroína, cocaína, marihuana, metanfetamina y hasta seres humanos. El 19 de enero de 2001 se fugó extrañamente de la prisión de Puente Grande, Jalisco y el 23 de febrero de este 2014 fue detenido por elementos de la Secretaría de Marina – Armada de México, en la ciudad de Mazatlán, Sinaloa. Cualquiera puede decir gozosamente que ya se superó el gran problema nacional y que podemos descansar tranquilos, pero no es así. El Gobierno Federal está aprovechando el suceso para vanagloriarse y utilizarlo como un distractor, pero definitivamente con la detención de Joaquín Guzmán Loera pueden sobrevenir oleadas de violencia al interior del cártel de Sinaloa o confrontaciones entre los grupos principales de la delincuencia organizada.

No está por demás apuntar que en el fondo tanto a las fuerzas castrenses como a la administración de Peña Nieto les preocupa las consecuencias de la aprehensión del hombre nacido en La Tuna, municipio de Badiraguato, Sinaloa, en lo tocante al reacomodo de jerarquías del clan sinaloense. Si bien podría haber una transición pacífica y asumir el liderazgo Ismael Zambada ó Juan José Esparragoza, también puede suceder que ante la ausencia del “hombre clave” acontezcan fisuras y divergencias insalvables de repercusiones peligrosas para la tranquilidad social. A mi manera de ver las cosas, deberá estar muy atenta “la inteligencia militar y gubernamental” – si es que ésta existe – para aprovechar las debilidades de ese grupo de fascinerosos para propinarles golpes demoledores a la referida organización y remitirles “un mensaje claro” y contundente a las demás estructuras criminales. No está por demás indicar que el cártel sinaloense tiene varias ramificaciones en el país y además se ha proyectado en otras latitudes del Mundo.



Por otra parte, algo que no es saludable soslayar es que México se respaldó en los E.E.U.U., vía FBI y DEA, para localizar y atrapar al maleante más buscado del orbe. Es de entenderse que nuestro país y su gobierno, más temprano que tarde, pagarán las facturas respectivas por dicha colaboración. Los “perversos primos” querrán agenciarse “la parte mejor del león”, en cuanto a información, recursos económico - materiales y facilidades diversas para intervenir en nuestra política interna. Algunos lectores podrán no estar de acuerdo con mis suposiciones, pero en razón de las circunstancias que vivimos, más vale pensar mal porque podemos acertar, que vivir con ideas falsas e ilusas, ubicando pueblerinamente a Enrique Peña Nieto como el Salvador de México o como el Supermán de Latinoamérica. Si en verdad el mexiquense anhela vestirse de héroe tiene que actuar con decisión e inteligencia, proceder como estadista y no ser una mera marioneta de los norteamericanos. El pueblo espera que el Presidente de la República se apoye en las leyes respectivas, se faje los pantalones y no ceda a las presiones del exterior. Habrá que sacarle datos importantes a ese hampón se siete suelas y no ofrecerlo graciosamente al imperio del norte. Juárez y Cárdenas trascendieron porque se crecieron al castigo y porque actuaron con dignidad. Veremos y juzgaremos.

Amigos, conocidos, colegas y vecinos me han exteriorizado que sería muy saludable aprovechar esa detención del “tigre sinaloense” a efecto de obtener elementos informativos de importancia capital y empezar a acabar con ese “cáncer social” que ha afectado tanto a nuestro país. Entre otras cosas, sería bueno saber de buena fuente qué elementos de “cuello blanco” están involucrados en el entramado mafioso; conocer si de verdad se está aprovechando la tecnología satelital y cibernética para detectar los focos rojos de la delincuencia; qué medidas serias se han instrumentado para eliminar la corrupción de los cuadros militares y de seguridad, así como escuchar del mismo Chapo Guzmán un informe pormenorizado de sus fechorías y de sus pactos con el poder y señalar quiénes fueron sus cómplices principales, tanto para huir de la prisión de Jalisco como para lograr evadir a la justicia durante un poco más de dos sexenios de impunidad.