La crisis que hoy vive Veracruz ya se veía venir desde hace más de un año, porque el problema es un problema estructural, donde no sólo se han utilizado de manera errónea los instrumentos de ingresos y egresos de Veracruz, los instrumentos de crédito, sino también la forma en la que los recursos públicos se han venido utilizando, define de entrada el doctor Víctor Arredondo Álvarez, quien explica que la falta de dinero que ha desembocado en la paralización de hospitales, de carreteras, de quiebra de empresas en el enorme boquete financiero, no sólo se debe al saqueo que hoy conoce todo mundo, sino que las causas vienen de más atrás.
El inicio de los problemas lo ubica en el año 2008, porque desde entonces Veracruz ha vino perdiendo multimillonarias aportaciones federales porque le afectó profundamente la creación de una “nueva fórmula para asignarlas, con la que se benefició a sólo 5 estados del País, “número uno el Estado de México” al reducirles a otras 22 ó 23 entidades, entre éstas a Veracruz, el Fondo de Aportación a la Educación Básica (FAEB), de modo que con la vigencia de ese criterio de asignación, un cálculo conservador indica que de ese año al 2014, Veracruz trae una pérdida acumulado anual entre 11 y 12 mil millones de pesos y que sigue creciendo como bola de nieve,
Y crece, explica Arredondo Álvarez, porque en la ley de coordinación fiscal en 2016, aparece nueva fórmula que fue aprobada por los diputados en que, otra vez, a Veracruz le va mal porque uno de los indicadores importantes que premia el Gobierno Federal es la proporción de los ingresos fiscales vía recaudación estatal y municipal, con lo que “otra vez, le dan un enorme impulso al Estado de México” y en contraparte, “Veracruz deja de percibir y deja de acrecentar sus ingresos federales porque el Estado tiene un comportamiento muy, muy bajo en lo que se refiere a recaudación de impuestos estatales y municipales, ahí tenemos otra nueva circunstancia en la que Veracruz pierde, pero la gran pregunta es quiénes deciden y quiénes aprueban las fórmulas.
En entrevista difundida por
TeleClic este miércoles 23 de noviembre, el exrector de la Universidad Veracruzana y exsecretario de Educación, Arredondo Álvarez, puntualiza que al cambiarse la fórmula de FAEB con el FONE en 2014, aparentemente Veracruz ganó alrededor de 4 mil millones de pesos de lo que tenían el año anterior, “pero cuando vemos el impacto acumulado del FAEB anterior, cuando vemos cómo crecen otros indicadores dentro de la fórmula del FONE, nuevamente Veracruz ve perdida una buena perspectiva de generación de ingresos federales por el hecho de que además hay varios estados que tienen un estímulo en sus componentes mayor al de Veracruz.
Y recuerda que él, como secretario de Educación, estuvo luchando por revertir el impacto de esa “fórmulas” que tendían a beneficiar sólo al Estado de México y les proponía, “¿por qué no crear un fondo de aportación a la educación media superior y superior donde Veracruz es de los primeros estados que ponen más recursos?, pero no, se nos pega por no meter recursos a la educación básica, que fue el criterio para quitarle fondos a Veracruz, pero no nos compensan en Educación Media Superior y Superior.
En el curso de la entrevista, vuelve a la pregunta antes planteada: “¿quiénes deciden y quiénes aprueban las fórmulas?”.
“Las hace un grupo de funcionarios en la Secretaría de Hacienda, cita, que por cierto, el que originó la fórmula FAEB en donde perdió Veracruz, fue un veracruzano, el actual Director de Petróleos Mexicanos (José Antonio González Anaya), y con él nos dimos la pelea en el Consejo de Autoridades educativas 22 estados liderados por Veracruz; dimos la pelea para que esa fórmula no se aplicara y con el apoyo también de la presidencia de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados donde estaba don Luis Videgaray y en la SEV el secretario Técnico, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, los 3 funcionarios muy visibles en este sexenio.
Pero no lo lograron pese a todas las pruebas que se enviaron a la Cámara federal de Diputados y pese al número y el volumen de diputados que en ese momento tiene Veracruz en la Cámara de Diputados. Y se pregunta: ¿cómo es posible que a los diputados veracruzanos se les fue esa bola de humo, ¡no la vieron!. Lo mismo pasó ahora con la nueva ley de Coordinación fiscal, no vieron que en la fórmula hay estados que se benefician enormemente y Veracruz aunque se compensa ligeramente va a sufrir las consecuencias de no tener un sistema de recaudación municipal y estatal fuerte.
Y sobre todo lo anterior, se monta otro delicado problema y es que Veracruz no hizo bien su tarea en este sexenio como no la hizo en otros para hacer una justificación cabal de su planta docente, de sus plazas, de sus horas y de sus prestaciones, no hizo una buena defensa, una buena justificación, entonces cuando envía su nómina del Sistema Educativo Veracruzano a la Federación, Hacienda no le reconoce un copete importante de lo que Veracruz está gastando con recursos del Estado, eso le crea otro boquete adicional a la Secretaría de Educación que por su peso, repercute finalmente en todo el gasto público al estado de Veracruz.
No elude ampliar sus observaciones sobre el trabajo de funcionarios y legisladores federales y puntualiza que “la responsabilidad que tiene un representante popular es enorme”; porque no podemos tener ahí un número importantísimo de diputados federales del Partido que sea, representando a Veracruz que no se den cuenta que pasan estas cosas, y pasa también que no es gente preparada, que no se mete a fondo, que están para otros propósitos, que no tienen el perfil ni el conocimiento, ni la información experta en esos temas”.
Incluso se refiere que frente a esas debilidades en la capacidad de los legisladores, muchos han puesto en la mesa de la discusión si México no requiere una estructura autónoma independiente, fuera de Hacienda, fuera del Poder Legislativo, que revise los temas de todo lo que significa la coordinación fiscal y la distribución de los recursos, previo a que llegue a la Cámara y que sea por gente bien equilibrada en términos del territorio nacional.
Y pone el dedo en la llaga: “lo que estamos viendo es que todo se va para el Estado de México, todos los días hay inauguraciones, el Gobernador sale diciendo que tiene programas y proyectos, México es más allá del Estado de México, que bueno que le va bien, pero queremos que les vaya bien a todos los estados de la República”.
Admitió que otros estados tienen peso en su volumen de población, como es el Estado de México con prácticamente el doble que Veracruz; sin embargo, Veracruz es la segunda entidad más poblada del País, ese es un componente que deben reflejarse en la manera en la que se distribuyen las participaciones y aportaciones federales al Estado.
Otro punto importante es el territorio: si bien Veracruz tiene la mitad de la población que el Estado de México, tenemos casi el triple de superficie con desafíos enormes y, siguiendo con la comparación con el Estado de México podemos decir que, “el Estado de México tiene 125 municipios, Veracruz tiene 212; Veracruz es el estado que tiene la población más dispersa del territorio y de más difícil acceso por la orografía, con una densidad importante de población indígena, alrededor del 67% de las escuelas de Veracruz, son rurales, que tienen requerimientos distintos mucho más complejos, clínicas rurales, en fin, la cuestión del territorio es otro factor que debe de considerarse.
También se refirió a un tercer factor que debería tomarse en cuenta para la justa asignación de las participaciones federales, en el sentido de que en los últimos dos años, Veracruz está teniendo un crecimiento en las participaciones federales, pero es para invertir una buena cantidad de ellos en infraestructura petrolera, en infraestructura energética, que es la que le va a dar a México la posibilidad de captar recursos federales que se irán a la Federación.
Pero a puntualización del entrevistador de que en ese mismo sentido iría la gran inversión para la ampliación del puerto de Veracruz, desglosa que por cada peso que ingrese del petróleo y energía generada en Veracruz, de cada peso, 30 centavos se van a un fondo que el Gobierno Federal reparte entre todos los estados y además hay un fondo por ahí simbólico que da incentivos a quienes producen energía o hidrocarburos o gas o energía, pero que es simbólico porque hay otros fondos que tienen un peso mucho mayor en la asignación.
Continuará la 2ª parte