Ante la afectación que sufrió el obispo de Orizaba y dos sacerdotes al ser víctimas de un asalto masivo en las Cumbres de Maltrata, transportistas esperan que ahora sí las autoridades estatales tomen esto en consideración y apliquen estrategias para combatir la inseguridad en esta zona.
El delegado de la Asociación Mexicana de Organizaciones de Transportistas (AMOTAC) en Orizaba, Aldo Romero Lezama, señaló la preocupación compartida por la presencia de grupos delictivos en las carreteras, que es evidente para los usuarios pero parece pasar inadvertida para las autoridades.
Consideró que la inseguridad en la región ha alcanzado niveles intolerables que pueden considerarse como una burla no sólo hacia las autoridades, sino también hacia la sociedad. Destacó que ante la falta de respuesta efectiva, la AMOTAC está considerando nuevamente la posibilidad de realizar un paro, ya que las instancias con las que dialogan no tienen el poder de tomar decisiones y en las problemáticas que se han presentado no se ve una estrategia adecuada.
Romero Lezama también compartió su propia experiencia de ser asaltado hace poco más de 25 días en la autopista México-Tuxpan, en donde fue despachado de camioneta y pertenencias y abandonado con su familia al lado de la carretera.
Destacó que la inseguridad en las carreteras es un problema extendido y desesperante, un "cáncer" que afecta a transportistas y sociedad, mientras que los afectados se sienten impotentes al no poder llevar armas para defenderse sin enfrentar consecuencias legales.
En este contexto, enfatizó la necesidad de manifestarse y exigir acciones efectivas por parte de las autoridades.