El accidente carretero en Atoyac en el que perdieran la vida 21 personas y 31 resultaran lesionadas no debe quedar impune, afirmó el sacerdote de la Inmaculada Concepción, Domingo Ortiz Medina, al orar por las personas fallecidas, lesionados y sus familiares.
El presbítero subrayó que los conductores deben tener ética y respeto por las vidas de las personas con las que viajan y lamentó que la información se manejara "cerrado y con opacidad, por la línea concesionaria".
Aseguró que la iglesia católica ora por los que fallecieron y dan sus condolencias a sus familiares, pero además se debe realizar una investigación a fondo de lo sucedido.
"Una verdadera revisión en cuanto al peritaje para conocer las causas del accidente, no acuso a nadie, que salga la verdad a la luz. Que se hagan las investigaciones correspondientes", expresó.
Sostuvo que la prudencia y pericia de los conductores es fundamental, además de la ética para conducir y ser responsables y cuidadosos de las vidas de las personas que van a bordo de las unidades de transporte público.