A 13 años de su encarcelamiento, Dante se define “víctima” del ex presidente Zedillo 

Como un insatisfecho del gobierno federal panista y del gobierno estatal priista y un hombre como más defectos que virtudes, así se define el aspirante de Convergencia a la gubernatura, Dante Delgado Rannuro, y en su búsqueda por reaparecer en las boletas electorales, el sustituto de Fernando Gutiérrez Barrios presenta como su mayor capital político las obras que hizo durante su gobierno interino.

A trece años de distancia de su encarcelamiento, el fundador del Partido Convergencia se dice víctima del sistema político priista que lo enjuició y lo "secuestró en la cárcel" por atreverse a retar al presidente Ernesto Zedillo; asegura que las acusaciones por presunto daño patrimonial se convirtieron en la gran mentira porque hoy el Acuario de Veracruz, el Museo de Ciencia y Tecnología y el World Trade Center son el gran patrimonio de los veracruzanos y los puntales económicos del estado.

En un programa radiofónico de periodismo de análisis, el ex candidato a la gubernatura en el 2004 habló de su persona, sus ideales políticos y sus objetivos electorales, así que empezó por hablar de su insatisfacción por las condiciones de marginación y de pobreza que existen en el país y también en el estado, y entonces recordó sus años de gobierno, cuando se construyó la autopista Córdoba-Veracruz pero al paso de 20 años, dice, no hay más obras que representen ventajas económicas.

Como está insatisfecho del desempeño de las administraciones federal y estatal, dijo que un método de gobierno diferente relanzaría la economía de los veracruzanos; según su proyecto de desarrollo llamado 6-30, la participación de la sociedad en las acciones de gobierno permitirían el avance, por lo que nuevamente revivió su propuesta de gobierno de hace seis años para volver a ofrecer comités productivos y patronatos de obras.

Aunque prefiere sólo enlistar la congruencia y la perseverancia como sus dos cualidades, decide no poner límites a sus defectos. Es más se autodefine como un hombre con más defectos que cualidades pero que trabaja en las virtudes que Dios y la naturaleza le dieron para hacer de la política un instrumento que transforme la realidad. Si bien, reconoce que se verá la cara con Miguel Ángel Yunes Linares en la contienda, asegura que de él nunca hablará porque no le nace hablar de ese señor.

A la hora de hacer un recuento histórico de su trayectoria empieza por citar que estudió Derecho en la Universidad Veracruzana, en la generación 69-73, y Economía en la Universidad Nacional Autónoma de México, y de ahí siguió su ingreso en la administración pública con su primer encargo como delegado del Instituto de la Juventud en México.

Más tarde, y sigue con su currículo, ascendió a la Subdirección de Delegaciones en el Departamento de Pesca, la Subdirección de Delegaciones de la Secretaría de Educación Pública hasta convertirse en el Subsecretario de Gobierno con Agustín Acosta Lagunes, diputado federal, dirigente estatal del partido (y aquí omite decir del PRI) para luego coordinar la campaña de Fernando Gutiérrez Barrios y convertirse en su Secretario de Gobierno, dos años más tarde en gobernador sustituto.

Ahora que recién cumplió trece años desde su encarcelamiento por presunto daño patrimonial y desvío de recursos durante su gobierno, Delgado Rannauro acusa al presidente Ernesto Zedillo Ponce de León de su secuestro en la cárcel como un castigo a su desafío cuando advirtió que se “mancharía las manos de sangre” en el conflicto del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, allá en Chiapas.

A partir del desafío viene la renuncia, según su relato, y la construcción de un proyecto político que se detienen por su encarcelamiento: “posteriormente me acusan que el Acuario de Veracruz, que el Museo de Ciencia y Tecnología de Xalapa, que el Centro de Exposiciones y Convenciones, hoy World Trade Center, que la construcción del Centro Cultura y Social en México, y que la compra de un millón de toneladas de cemento habían sido hechos delictuosos, sumaban el valor de todas esas obras para agraviarme mediáticamente”.

Según Dante Delgado, aquel intento por desaceitarlo no funcionó, así que nuevamente está listo para encabezar la fórmula de una contienda electoral con un proyecto que tiene como pilar la revocación del mandato a la mitad del sexenio si no se cumplen las expectativas, además de la reunión cuatrimestral con cámaras de comercio, constructores; reuniones semestrales con agentes y subagentes municipales, con los rectores de las instituciones de educación pública y las universidades privadas, así como la creación de 50 mil comités productivos y 100 mil patronatos de obras.