Entre lágrimas, lamentos, dolor, tristeza y la frase de “¿por qué él?”, fue como a las 00:30 horas salieron del Hospital General Regional número 1 del IMSS, los familiares del diputado federal, Benito Aguas Atlahua, quien falleciera ayer por la noche luego de sufrir un atentando.
Sus amigos, compañeros de trabajo, familiares, llegaron atrás de la ambulancia que lo trasladó del Hospital IMSS-Bienestar de Zongolica a HGR 1 en Orizaba, a donde arribó en un estado de salud grave; hasta ese momento, sus allegados tenían fe de que lo salvarían y esperaron en la sala de urgencias.
Pasaron 60 minutos, para ellos de tensión y angustia, cuando se le dio la noticia del deceso. Incluso una mujer se desvaneció por la impresión.
Pero ninguna autoridad confirmaba la muerte, sólo se intuía por los rostros de dolor y lágrimas en los amigos, familiares, trabajadores del Ayuntamiento de Zongolica y es que antes de competir en las pasadas elecciones, Aguas Atlahua era el alcalde de Zongolica.
La versión de que había partido de este mundo cobró más fuerza, cuando se oía los lamentos por él en la Sala de Urgencias y cuando su familia comenzó a entrar al área donde son atendidos los pacientes.
El movimiento cada vez fue mayor, los sollozos de la gente de Zongolica que estaba ahí aumentaron. Pero fue la Fiscalía General del Estado la que emitió un boletín confirmando el fallecimiento.
Jonathan Puertos, el suplente del extinto Legislador, estuvo siempre ahí, en el hospital. Lucía triste, impactado, confundido, pero ahora él tendrá que realizar todos los planes que tenía Benito Aguas para su gente de la Sierra de Zongolica, una de las más pobres del estado.
Cuando salieron los allegados a el Legislador, partieron en vehículos particulares pero fueron custodiados por policías estatales en todo momento.