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Sección: Estado de Veracruz

Todos llevamos una cruz que cargar, los Papas no son la excepción: Hipólito Reyes

- El Papa Juan Pablo asumió con gran valentía su cruz y ese es el exhorto que les hizo a los feligreses

- Cada uno de nosotros lleva su cruz y no hay que echarle la culpa al otro, dijo

Ariadna Lezama Palma Xalapa, Ver. 31/08/2014

alcalorpolitico.com


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El arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, reconoció la visita de Valentina Alazraki a la ciudad de Xalapa quien estuvo en la Basílica Menor para hablar sobre su experiencia en la cobertura del Vaticano por más de 30 años.

Recordó que ella ha tenido el privilegio de estar junto de Juan Pablo segundo, así como del Papa Emérito Benedicto XVI y el Papa Francisco.

Recordó que al igual que Jesucristo todos los hombres llevan su cruz y ésta va a ser tan pesada dependiendo del llamado que tengan y los Papas no son la excepción.



"Tuvimos aquí en la Basílica de Guadalupe del Dique la visita de Valentina Alazraki que todo mundo conoce porque es la que ha estado cerca de los Papas (...) pero fijémonos en el Papa Juan Pablo II ahora ya Santo, cuál fue su cruz, primero que lo nombraron Papa, que él empezó a hablar en favor de que todo lo que había tratado el concilio Vaticano segundo se hiciera realidad, que se respetara más la dignidad de las personas, que se quitaran las esclavitudes, el poder del dinero, todo eso que seguimos viviendo".

Parte de la cruz del Papa Juan Pablo II fue también el atentado que sufrió, lo insultaban en algunas partes y aunque en México le coreaban "Juan Pablo segundo te quiere todo el mundo", en ocasiones él decía "no todos", porque era muy criticado y asediado.

"Lo mismo le pasa ahora al Papa Francisco y le pasó al Papa Benedicto que le fue como en feria y sin embargo esa es su cruz, llevar a la iglesia adelante, padeciendo y sufriendo hasta el final.



Dijo que el Papa Juan Pablo asumió con gran valentía su cruz y ese es el exhorto que le hizo a los feligreses dado que cada quien carga la propia.

"Esa es la invitación a todos nosotros, cada uno de nosotros lleva su cruz y no hay que echarle la culpa al otro, decir que mi cruz es mi mujer, tampoco, o mi cruz es mi marido, mi cruz son mis sacerdotes, no pues no es por ahí, la cruz es lo que yo llevo, mis propias pasiones, mis propios sufrimientos, mis propios tropiezos, las tentaciones, esa es la cruz que cada uno de nosotros lleva y esa hay que clarificarla".

Concluyó diciendo que los feligreses deben pedirle a Dios que cada uno sea capaz de llevar su propia cruz y no ser tan egoístas para buscar su propio bienestar, sino realmente estar abiertos a lo que Dios quiera y a lo que Dios envíe.