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Sección: Vía Correo Electrónico

Suspensión de clases en primaria “Antonio Peñafiel” fue por motivos de seguridad

Director explica las obras que se realizan en el plantel y que podrían representar un riesgo para alumnos y docentes

30/04/2024

alcalorpolitico.com

Buenas noches.


El que suscribe, C. Profesor Octavio Aarón Enríquez Uscanga, director de la escuela primaria “Antonio Peñafiel”, CCT 30EPR2315C, de la Zona de Educación Primaria 074-Xalapa (locales Norte), con domicilio en (…). Se dirige a ustedes, de manera respetuosa, respecto al correo publicado el día 30 de abril de 2024, en el que “Reprochan suspensión de clases presenciales en escuela 'Antonio Peñafiel' de Xalapa", por lo que solicito ejercer derecho de réplica... de nuevo.



Como se mencionó en correo anterior, nuestra escuela fue beneficiada con el programa de "La Escuela Es Nuestra", y el comité que administra el recurso determinó cambiar toda la instalación eléctrica en su totalidad, pues ya era vieja y sumamente riesgosa.

En ese momento, el responsable de obra proponía 5 semanas de trabajo, incluyendo las semanas de vacaciones. Es decir: las actividades presenciales estuvieron suspendidas del 19 al 22 de marzo, y del 8 al 19 de abril (que son los días laborales y de actividades docentes). Al terminar este trabajo, se nos dijo que había quedado un remanente de recurso, el cual se usaría para demoler el techado de la entrada principal, que ya se encuentra en mal estado, y poner uno nuevo de un material ligero.

Así, el responsable de obra nos decía que, no existe riesgo para los alumnos del plantel al realizar estos trabajos, y podría montarse un dispositivo de seguridad en el que, el acceso de vehículos y estudiantes se compartiera, en lo que se realiza la demolición, retiro de escombro, armado e instalación del nuevo techado.



Sin embargo, se nos comenta, en reunión extraordinaria con el comité de La Escuela Es Nuestra, que, para realizar dichas tareas, el responsable de obra aislará temporalmente los cables de alta tensión que pasan por el frente de la escuela, traerá un camión de volteo que recibirá el escombro y que requerirá del suficiente espacio para maniobrar a la altura y lo más cercano posible del techado para no arriesgar a sus trabajadores.

En esta semana que se pudo observar nuevamente el flujo de estudiantes a la hora de la entrada y la salida (8:00 y 12:30hrs respectivamente), nos encontramos con que existen tres direcciones principales en las que los estudiantes y sus acompañantes acceden a la escuela: en dirección a SEFIPLAN, en dirección a la Unidad del Bosque y hacia la calle de Odontólogos justo frente a la escuela.

También debemos tomar en cuenta que, los trabajadores que realizarán la demolición, preparación, montaje y aseguramiento del nuevo techado de la entrada de la escuela, requieren de un lugar para ir al baño y, aunque tenemos baños exclusivos para maestras y maestros (uno en cada caso), no podríamos vigilar a los 246 alumnos de nuestra escuela cuando vayan al baño y prevenir cada una de las situaciones que pudieran darse.



Por otro lado, es de mencionar que la entrada del estacionamiento de nuestra escuela tiene 4 metros de ancho, los cuales tendrían que dividirse, de manera proporcional, entre vehículos (3 metros) y alumnos (1 metro) con sus acompañantes. En este escenario, en la hora de la entrada, se enfrentaría el riesgo del acceso de vehículos y los alumnos quedarían prácticamente junto a los trabajos que se realizarán; en el caso de la salida, aunque se realizara de manera escalonada, se tendrían que entregar a sus padres de familia y tutores, 2 grupos a la vez, de 22 a 25 alumnos cada uno, por un espacio habilitado de 1 metro de ancho.

Los vehículos de docentes y del personal de la escuela acceden desde el retorno frente a la escuela y desde la izquierda por SEFIPLAN, por lo cual, como responsable del plantel, consideré que era muy riesgoso tener un solo acceso para vehículos y personas; además, está el peligro de escombro, materiales, maquinaria y las maniobras que realizan (por muy cuidadosos que sean).

Ahora bien, después de convocar a reunión de trabajo con los miembros del CEPSE y Asociación de Padres de Familia, el día 25 de abril del 2024, a las 8:00, habiendo escuchado el punto de vista del director y los argumentos antes expuestos, entramos en un periodo de deliberación tratando de conjuntar algunas ideas. Incluso pensamos que los trabajos pudieran iniciar antes, desde este viernes 26 de abril que estaba programada una sesión de Consejo Técnico; sin embargo, debido a actividades que ya se tenían programadas (de parte del turno vespertino) no fue posible hacerlo.



Otra opción fue que los alumnos ingresaran por la parte de SEFIPLAN, atrás de la escuela y por el campo, pero el recorrido desde la avenida Ruiz Cortines hasta esa alternativa es de más de 300 metros y tampoco está pensada para el paso peatonal, pues acceden vehículos de SEFIPLAN y de TVMAS y, al llegar al acceso de la escuela no hay escalones (la banqueta tiene 60 cm de alto y una rampa elevada a 40 cm). Para las personas mayores (abuelitos que acompañan a los alumnos), representa un mayor esfuerzo, y a las personas con vehículo no se les permitiría el acceso.

Pienso que, en caso de algún accidente con alumnos, padres de familia o transeúntes en las inmediaciones de la escuela, seguramente me harán responsable; de igual manera, si algún automóvil de padres de familia o docentes es dañado, temo que ser responsabilizado. Por ejemplo, a pesar de que en el mes de marzo fue el comité de La Escuela Es Nuestra quien solicitó la suspensión de labores presenciales, se me responsabilizó por avalar la decisión.

Y es lógico: yo soy el responsable del plantel y su seguridad, no el programa de la Escuela Es Nuestra, ni su comité, ni los empleados y coordinadores de la Secretaría del Bienestar.



Ahora, analizando el calendario de mayo (mismo que compartieron en este medio), se pueden contar 9 días de trabajo a distancia (2, 3, 6, 7, 8, 9, 13, 16 y 17 de mayo) y 4 días de suspensiones por diversos motivos (1°, 10, 14 y 15 de mayo). Por ello, representantes de Asociación de Padres de Familia, e integrantes del CEPSE en los que se incluyen los comités de Seguridad, Salud y Protección Civil, estuvieron de acuerdo en que se tomara esta medida, privilegiando la seguridad en el interés superior de la niñez, así como la seguridad de las personas que acuden al plantel para dejar y recoger a los menores (pues muchos de ellos son adultos mayores que también corren un mayor riesgo por las condiciones del acceso principal.

Más no estoy responsabilizando a los representantes del CEPSE y de APF por la suspensión de clases. Se analizó la problemática desde la postura de padres, personal docente y directivos de los tres turnos, y nos pareció que esta era la mejor opción (aunque el responsable de obra dijera que no había riesgo).

Y estoy totalmente de acuerdo con lo que manifiesta el padre o madre de familia, respecto a que los alumnos no aprovechan 45 minutos al día de clase virtual, como si fuera presencial (eso es obvio). Pero la modalidad a distancia (como ya lo demostró la terrible pandemia de CoVid-19) no consiste sólo en poner a docentes y alumnos frente a la pantalla en salas de videoconferencia: esto implica que los docentes frente a grupo realicen adecuaciones y planteamientos específicos para ese medio, y para que los alumnos continúen sus actividades cuando la video-sesión termine.



Muchos alumnos, de acuerdo a su madurez psicológica y su edad cronológica, y dentro del límite de sus capacidades en desarrollo son independientes en las actividades de aprendizaje. En ello influye enormemente el entorno familiar, sus actividades, sus costumbres y sus rutinas. Por ejemplo, un alumno que ayuda en las tareas del hogar, que cuida de una mascota, que tiene hermanos menores, que hace deporte o ejercicio físico regular, que tiene rutinas positivas establecidas, que realiza su tarea solo (aunque pide apoyo en momentos puntuales), y que enfrenta desafíos en su vida diaria (como ir a la tienda, cruzar la calle, negociar canicas con los primos, jugar en equipo o de manera competitiva) tiene mayores probabilidades de gestionar su propio aprendizaje que alumnos con entornos... digamos "pasivos dependientes". Un alumno que no tiene responsabilidad de hermanos menores, de mascotas, de ayudar en casa, y que se la pasa en el "Roblox", tiktok o cosas similares, que no hace ninguna actividad física, que no puede ni servirse cereal con leche (o que sólo come eso) tendrá muy bajas habilidades sociales, bajo sentido del cumplimiento y requerirá apoyo hasta para las cosas más simples, como beber agua. En ese tipo de entornos, ni, aunque fueran presencialmente a una de las "difuntas" escuelas de "Tiempo Completo" tendrán muchas posibilidades de desarrollo cognitivo, pues su entorno no es intelectualmente estimulante, ni desafiante.

Y como decía mi difunto padre: "un buen alumno aprenderá con el maestro, sin el maestro y a pesar del maestro"; o a la veracruzana: "el que es perico, donde quiera es verde". Si 45 minutos (aunque en este caso son 90 minutos al día) no le bastan al alumno para aprender un nuevo conocimiento con el maestro presente, aunque sea de manera virtual preocúpese, pues el cerebro humano tarda cerca de 10 000 horas en desarrollar una nueva habilidad (416 días, usando las 24 horas, claro) lo cual se cumple en cerca de 2 años escolares.

Aquí el problema no es el tiempo frente a pantalla, con el docente o sin él, en la escuela presencialmente, pues sabemos que el trabajo no es solo del maestro, sino también de padres de familia y autoridades. Y bien, si la autoridad está haciendo lo posible por mejorar la escuela, el director por mantener las actividades de aprendizaje y la seguridad, el maestro tratando de adaptar su enseñanza a los medios digitales y a la distancia, y el alumno tiene disposición de aprender (tiene un entorno favorable para ello) ¿qué le toca hacer a usted, señor padre de familia, señora madres de familia? (Y no, una estancia infantil o una guardería no es la solución).



Y lo vuelvo a repetir: Si la persona que realizó ese correo quiere “restablecer las clases de manera normal”, yo no tengo ningún problema en hacerlo, en particular si acude a las autoridades competentes para ello y le dan la razón (no sería la primera vez). Pero tendrá que hacer un esfuerzo: deberá solicitarlo por escrito, y hacerse responsable por cualquier accidente que se dé con los alumnos, con los padres de familia, con los trabajadores adscritos al plantel y con el personal que está realizando la obra; y de la misma manera, le pediré a las autoridades correspondientes que me lo hagan saber por escrito: que me ordenen POR ESCRITO dar clases presenciales en el plantel de manera “normal” mientras se ejecuta esta obra, liberando al personal adscrito al plantel de toda responsabilidad por lo que pudiera suceder(dado que a mi autoridad superior y al área correspondiente les di a conocer esta situación por escrito en tiempo y forma).

Atentamente