Río La Antigua, de los más contaminados por actividad humana habitacional y agropecuaria

El río La Antigua es de los más contaminados principalmente por la actividad humana habitacional y la agropecuaria, indicó Marco Espinoza Guzmán, profesor investigador de la Facultad de Biología de la Universidad Veracruzana (UV).

Explicó en entrevista realizada durante el Simposio de Otoño Hidrobiológico, realizado en la Facultad de Biología, que de primera instancia se ve afectado por los contaminantes de tipo doméstico, detergentes, materia orgánica y después los agroquímicos vertidos.

Aclaró que hablar de contaminación no sólo se refiere al agua, también al suelo, por ejemplo, en los lugares en donde se siembra o cuando hay actividades domésticas, no hay tratamiento de aguas residuales, todo eso se infiltra y llega a los mantos freáticos que se vierten en las norias o pozos, entonces la población inmediatamente se ve afectada.



Asimismo, los alimentos que se consumen son afectados, pues hay algunos con alto grado de contaminación por pesticidas principalmente.

Destacó que el agua que llega a Xalapa u otras zonas no es agua potable, es agua entubada que probablemente tenga un tratamiento con cloro, por tanto puede tener afectaciones sobre la salud de seres humanos.

En este sentido, refirió que es controvertido lo que sucede en la zona de Tres Valles, Tierra Blanca o zonas cañeras en donde los agroquímicos es lo que más emplean y ha habido muchos reportes de insuficiencia renal y esto posiblemente sea por el uso de pesticidas y agroquímicos.



“No podemos decir que son los causantes porque las variables ambientales son muchas, puede ser uno de los elementos detonantes, sin duda”, consideró.

El Investigador sostuvo que los habitantes de la cuenca alta del río La Antigua, ofrecen más información que la oficial, pues no solamente indican los hechos, sino las repercusiones y en torno a eso la población tiende a organizarse para poder mitigar o adaptarse a esos cambios.

Añadió que afortunadamente hay organizaciones como la del río Pixquiac que es uno de los más notables esfuerzos de la región quienes han estado reforestando, realizando educación ambiental para la conservación de los bosques y calidad y cantidad de agua.



Se suman a muchos otros que aparentemente son invisibles, uno de los casos más concretos son los cafetales bajo sombra que ya no ocupan tanto agroquímico como antes y gracias a la cubierta vegetal se mantiene la producción de agua en esas zonas lo que lo convierte en uno de los agroecosistemas más importantes de la región, comentó.

En torno a servicios ambientales para agua, sí reciben recursos de gobierno, CONAFOR apoya ese tipo de esfuerzos, pero no es suficiente. “La gran mayoría de esfuerzos es por particulares que interesados en conservar la productividad de sus fincas tienden a realizar actividades de conservación de cantidad y calidad de agua”, puntualizó.