Reporta que la inseguridad en Coatepec ha crecido alarmantemente

Da coraje, miedo, impotencia, ganas de llorar o no sé si mejor reír. El caso es que meditándolo bien, da ¡RABIA!

Es algo inaceptable por donde se vea, aquel Coatepec tranquilo, apacible, fraterno, hospitalario y seguro se fue y con ganas rotundas de equivocarme, difícilmente volverá.

Aún no se aclara el asesinato del honorable Tesorero del Ayuntamiento y la violencia hoy como nunca prosigue rampante y desafiante.



Ayer al filo de las 7:30 de la noche, un hijo mío por poco pierde un ojo por los golpes que le propinaron unos malditos cobardes desconocidos, que en un auto de color oscuro le cerraron el paso a una cuadra del centro comercial Chedraui.

Sin dar tiempo de nada le abrieron la puerta y lo agredieron diciéndole mil improperios, a lo que él sólo les decía, ‘me confunden’, ‘me confunden’; la gente se arremolinó pero obviamente nadie se metió, subieron a su auto y se largaron con rumbo desconocido.

Pero indigna, enoja que aquel Coatepec seguro y amable hoy se haya esfumado. ¿Qué esperan las autoridades para solicitar la presencia del Ejército, más aún a los marinos, pero de forma permanente?, ¿Acaso piensan que creemos el eslogan de “Veracruz el estado más seguro”?



Seguramente esperan que le pase algo a un familiar cercano o a un hijo suyo para entonces solicitar la presencia de los militares.

Mientras tanto, hoy por hoy es una mentira vil asegurar que Coatepec es seguro, quien diga lo contrario ¡miente! ¡Qué poca!, bien dijo Alejandro Martí a la manada de gobernantes ineptos, corruptos e irresponsables:

“Si no pueden con la inseguridad, renuncien”.



Aún así no perdemos la fe en que por todo México habrán de llegar nuevos gobiernos con principios y valores humanos, con dignidad, vergüenza y pundonor; con ‘don’ de mando y principio de autoridad.

Lo cierto es que hoy, salir a la calle en Coatepec es correr un alto riesgo de inseguridad.

Atentamente



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