Las escritoras Nora Lanzieri Giovachini (argentina) y Martha Aguilar Nájera (mexicana) combinaron inquietudes, sentimientos y aprovecharon su lazo de amistad para escribir su libro “Verso y anverso, la vida es universo” en el que brillan la poesía, la narrativa y la fotografía.
Entrevistadas tras la presentación de su libro, ambas destacaron antes que todo, su amistad, lo que permitió que a pesar de estar a 8 mil kilómetros de distancia se pusieran de acuerdo en los temas, las poesías y sobre todo, para hacer las correcciones a un libro que hoy, ya es una realidad.
Teniendo como sede el Centro Recreativo Xalapeño, ambas escritoras recibieron muchas felicitaciones, pues el salón en donde se efectuó la presentación fue insuficiente, sin embargo, todo se solucionó y su libro fue presentado.
En el caso de Nora Lanzieri, ella se describe como una mujer que es inmensamente románica y así es su poesía: “Yo soy de poesía romántica, Martha es más de hacer poesía de la vida, de la cotidianeidad”.
El libro se escribió en dos años y quedó concluido en diciembre del año pasado, pero tras tres visitas de Martha a Buenos Aires y dos de Lanzieri, decidieron que el libro sería presentado aquí, aclarando que ha habido un desinteresado intento de hermanar a dos ciudades con la amistad entre ambas.
“Buenos Aires es una ciudad hermosa, cultural y considerada la París de América y creo que ha sido un bello gesto presentarlo en nuestra capital Xalapa, la Atenas Veracruzana”, expresó Martha Aguilar.
Y la amistad, intocable, seguirá -coinciden ambas- pero aún no saben si habrá otro libro, lo que sí es seguro es que mantendrán ese lazo que nadie destruirá, aún bajo el riesgo de que si alguna viaja al país de la otra, ya no la dejen volver.
Exposición fotográfica
El extenso currículum de Lanzieri permite conocer que es una espléndida fotógrafa y ha dedicado gran parte de su tiempo a retratar una ciudad hermosa y extremadamente grande como lo es Buenos Aires.
En la exposición que se inauguró hoy, Lanzieri muestra ricos momentos de las tardes de Buenos Aires en donde se puede pasar una tarde de café, una caminata por el Obelisco y hasta una foto con una pareja de jóvenes bailando tango.
Y avanzando más hacia su muestra, uno encuentra que quizá, alguna tarde, se escapó y fotografió el callejón de “Jesús te Ampare” o un atardecer en Xico y así ella lo confirma con su lente: Xalapa está en ella o bien, su mente también está en Xalapa.