Persisten amenazas a ejidatarios para concretar el proyecto hidroeléctrico el Naranjal

No sólo las desapariciones, secuestros y extorsiones continúan en la zona centro, lamentó el presbítero Julián Verónica al recriminar que persisten las amenazas e intimidación a ejidatarios que presionan para vender sus terrenos y concretar el proyecto hidroeléctrico el Naranjal, al estimar que no han logrado comprar ni el 15% de los predios.

Sin embargo, “a pesar de todo la gente resiste”, expresó el presbítero de Amatlán de los Reyes durante el Primer Festival de las Resistencias “Ayotzinapa y los otros pueblos”, al destacar que este encuentro es un llamado para toda la sociedad a encontrar alternativas de organización para ver caminos nuevos.

Y es que lamentó que no sólo se sufren los problemas de inseguridad, sino que también han seguido las intimidaciones y amenazas contra los ejidatarios de Cuichapa, La Patrona y Naranjal para presionarlos a vender sus predios.



“El colectivo sigue en la misma ruta, pero si se han seguido dando situaciones para los ejidatarios, hostigamiento e ir forzando para la venta de sus predios, nosotros creemos que no es así (…) los empresarios dicen que han comprado un 60% de predios lo cual también es mentira, pero aun así no llegan ni al 15%” expresó.

Apeló a la “palabra empeñada” del gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa al asegurar que el pueblo organizado rechaza no sólo el mega proyecto de la Hidroeléctrica el Naranjal, sino también en Zongolica, Tlapacoyan, Jalcomulco que los ambientalistas observan que continúan avanzando.

Por ello, sostuvo que continuará la resistencia por la defensa de los ríos y justicia ante las problemáticas sociales que se viven en el país, pues es principalmente la juventud la que busca nuevas maneras de organización, de poca credibilidad en las instituciones y una esperanza que refleja las ganas de seguir trabajando por un mundo mejor.



No obstante, lamentó que todo aquello que suene a organización, resistencia pacífica suene peligroso, no sólo para los activistas sociales, sino para periodistas, docentes, incluso sacerdotes, al recordar que por su participación en la lucha contra la Hidroeléctrica él también ha sido víctima de amenazas.