Si el PRI lo expulsa, Duarte culminaría su administración como gobernador sin partido

Si el Partido Revolucionario Institucional (PRI) suspende sus derechos partidistas y decide expulsar a Javier Duarte de Ochoa, quedará “descobijado” y “desprotegido” políticamente a tan solo 66 días para concluir su mandato y habrá de terminar como gobernador ciudadano.

Para Uriel Flores Aguayo, exdiputado federal del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el presidente de la República, los secretarios de Estado, los senadores de la República, los diputados federales, los diputados locales, los alcaldes emanados del tricolor y el Comité Directivo Estatal del PRI deberán acatar la resolución de su dirigencia nacional y retirarle el apoyo partidario al Mandatario estatal.

Cabe mencionar que la Comisión Nacional de Justicia Partidista del CEN del PRI sesionará el próximo lunes a las seis de la tarde para analizar la suspensión de los derechos partidistas de Javier Duarte, debido al anuncio de la Procuraduría General de la República (PGR) de atraer las investigaciones por enriquecimiento ilícito y peculado derivadas de las denuncias penales en contra del gobernador veracruzano.



Aunque expuso, Duarte de Ochoa tiene tres opciones: acatar el resolutivo de su partido, “pelear” al interior por sus derechos; apelar la resolución al interior del PRI o recurrir a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación para promover un Juicio para la Protección de los Derechos Político-Electorales del Ciudadano (JDC).

La suspensión de los derechos partidistas de un militante priísta es la antesala de la salida de ese partido, por lo que de ser expulsado -añadió- Duarte de Ochoa habrá de culminar su periodo constitucional como gobernador ciudadano.

Calificó esa circunstancia como una situación inédita en el país, ya que nunca se ha expulsado de un partido político a un titular del Poder Ejecutivo en pleno ejercicio de sus funciones y menos cuando está a punto de concluir su mandato.



Si el PRI lo sanciona se tratará de una sanción política y le dará la espalda a Duarte de Ochoa; sin embargo, expuso que el tricolor quiere desmarcarse de cualquier responsabilidad con miras a la próxima elección local y federal.

“Los partidos políticos son clubes exclusivos donde casi nunca expulsan a nadie, es muy raro que de un partido expulsen a alguien. Pero ya llegamos a un momento político de México en donde se visualiza que ya no habrá impunidad al interior de los institutos políticos; impunidad que ha servido como fuero, como escudo, como protección, como salvavidas, para que mucha gente delinca y cometa anomalías escudándose en un partido y siempre quedan a salvo”.

Sería la inauguración de una nueva etapa en la forma de comportarse del Partido Revolucionario Institucional.