Impulsar la ciencia, humanidades científicas e innovación tecnológica en Veracruz

Veracruz posee adecuada infraestructura en educación superior, con potencial científico para impulsar la investigación e incentivar la innovación tecnológica. Sin embargo, dicho potencial ni se aprovecha ni se apoya para propiciar un auge tecnocientífico que derive en bienestar social, potencialización educativa, emprendimiento laboral y transferencia de conocimiento para la transformación productiva vinculando al sector investigativo con el industrial y agropecuario, lo cual sería muy positivo para el progreso social, cultural y económico de la entidad.

La Ciencia es cultura porque es resultado de la actividad creativa humana, lo mismo que las bellas artes. Es premisa humanística porque cultiva el pensamiento crítico que alienta a la reflexión filosófica. Es arte porque con el conocimiento científico la humanidad crea y evoluciona. Por ello es importante que el hacer de la ciencia y la innovación tecnológica fluyan en la actividad educativa, formen parte del pensamiento social, se reflejen en lo laboral y en el contexto empresarial por ser factores de valor generadores de riqueza cultural y económica.

De ahí que a la etapa histórica que vivimos se le conoce como la Era del Conocimiento, lo que significa la existencia de una sociedad aprendiente en una economía en la que el trabajo del conocimiento es cada vez más relevante en la producción y generación de bienestar social. Empero, para que Veracruz se inserte en la dinámica de la sociedad del conocimiento, la cultura de la ciencia debe permear todos los ámbitos de la sociedad veracruzana, y en especial el sector empresarial.



Por ello es de importancia promover su conocimiento desde preescolar hasta la educación superior y realizar una profusa divulgación del saber científico hacia la sociedad recurriendo a la diversidad de posibilidades comunicativas existentes. El conocimiento científico, la innovación tecnológica, la aplicación de la robótica e Inteligencia Artificial (IA), son base incuestionable en la actual generación de valor de la economía y sociedad del conocimiento, eso se debe tener muy claro.

Por lo que, para generar nuevas y mayores fuentes de empleo, que abran espacios laborales a las generaciones futuras, el conocimiento tecnocientífico y la habilidad operativa para su aplicación es fundamental y necesario, de lo contrario Veracruz no podrá avanzar como lo están haciendo otras entidades del país donde sí se han dado oportunidades para incentivar el desarrollo tecnocientífico y la creación de fuentes de empleo no tradicionales.

De no dar un salto cualitativo, Veracruz seguirá siendo una entidad donde los empleos predominantes son servicios públicos, comercio formal e informal y ambulantaje que no ofrecen un futuro esperanzador a las generaciones jóvenes por ser sectores caracterizados por la mísera oferta salarial, la carencia de prestaciones, la explotación de tiempos laborales absorbentes y en muchas ocasiones, el trato deshumanizado que se le da a las y los empleados.



Aquellos países que impulsan consistente y permanentemente el desarrollo educativo soportado en la creatividad científica y humanística no sólo tienen mejores condiciones para trascender la precariedad social hacia situaciones más competitivas en el orden mundial, sino también han mejorado el bienestar de su población.

En cambio, México, y sobre todo Veracruz, no sólo reflejan un retraso negligente en materia de apoyo y prioridad al desarrollo científico y tecnológico, sino también en el impulso de políticas públicas que apuntalen decididamente la creación de la cultura científica y tecnológica, y despierte el talento humano que posee para coadyuvar al desarrollo social dando ventaja dinámica a su economía y progreso equitativo a su población.

Para lograr un avance que posicione a Veracruz en la avanzada educativa científica y humanística, es menester potencializar su capacidad en materia de investigación científica y creatividad humanística, motivar a las y los jóvenes para que dejen volar su imaginación en el campo de la innovación y aplicación tecnológica y cultiven el emprendimiento transformador.



Acción que se puede lograr si se instrumenta una clara, definida y decisiva política pública de financiamiento, apropiación social de la ciencia e impulso al humanismo científico que es relevante para pensar críticamente frente a la dinámica atropellada de cambios donde los tiempos fluyen cual agua entre los dedos.

Política pública que tiene que entretejer todos los niveles educativos y al sector productivo y empresarial para propiciar la emergencia de una visión creativa social y productiva. De no ser así, Veracruz continuará sumido en el marasmo del atraso y precariedad en la cultura científica quedando como una entidad consumidora de tecnología dependiente de factores externos y no propios.

Para establecer una política pública de ciencia y tecnología acorde con las necesidades implicadas en la dinámica de la economía y sociedad del conocimiento, se requiere, entre otras acciones:



1- Asignar un porcentaje del PIB veracruzano a programas y proyectos de investigación científica e innovación tecnológica en campos de conocimiento fundamental y aplicado.

2- Actualizar la Ley De Fomento a la Investigación Científica y Tecnológica del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, para armonizarla con las reformas realizadas a la Ley Federal de Ciencia y Tecnología.

3- Fortalecer las estrategias de vinculación y transferencia de conocimiento entre el sector investigativo y el sector empresarial en alianza que les impulse a la sociedad y economía del conocimiento, con equidad y colaboración participativa.



4- Establecer la agenda de innovación científica, humanística y tecnológica de Veracruz, para priorizar las acciones de inversión en Ciencia, Humanidades y Tecnología, a mediano y largo plazo, con el fin de coadyuvar al desarrollo de la sociedad y la economía veracruzana.

5- Promover una política de desarrollo regional en materia de Ciencia, Humanidades y Tecnología vinculando sector educativo, social y productivo.

6- Crear una serie de instrumentos de divulgación en tres niveles fundamentales para incrementar la cultura tecnocientífica general y específica: 1) Difusión impresa y audiovisual científica y tecnológica. 2) Acción educativa para la apropiación social de la ciencia. 3) Concursos tecnocientíficos para presentar proyectos innovadores orientados a la solución de problemas concretos.



7- Impulsar programas educativos estrechamente vinculados con el desarrollo del pensamiento científico, humanidades científicas, creatividad tecnológica y el emprendimiento innovador, desde preescolar hasta media superior.

8- Sumar esfuerzos para abrir espacios a las niñas, niños y jóvenes para que, en conjunto con profesoras y profesores asesores, desarrollen y presenten propuestas innovadoras en materia de ciencia, tecnología e ingeniería, mediante ferias de la ciencia en las diversas regiones, las que habrán de arribar a una gran feria Estatal de Ciencia, Innovación Tecnológica, Humanidades Científicas e Ingeniería.

9- Promover y fortalecer el vínculo academia sector productivo, público y privado con el fin de favorecer estrategias de transferencia de conocimiento e innovación tecnológica, protegiendo la propiedad intelectual y patentes que se llegase a registrar.



10- Apoyar al sector educativo público para crear programas formativos en los campos de pensamiento científico y didáctica de la ciencia, fomento a la creatividad e innovación tecnológica, humanidades científicas y difusión de la ciencia.

Un discurso que se traduzca en acciones claras y sustantivas en política pública con identidad educativa científica, humanística e innovación tecnológica, daría singularidad política, fijaría en la mente de estudiantes y académicos una clara visión de futuro y abriría la consciencia de las jóvenes generaciones a la luminosidad, fluidez y novedad que debe prevalecer en una sociedad donde el conocimiento es factor de producción y progreso social.