Fallece el periodista más longevo de Poza Rica; tenía 101 años

Su muerte fue tranquila, para Reynaldo de Jesús García Pérez más de 50 años de su vida transcurrieron en el periodismo sin afán de lucro, en la humildad material y espiritual, hoy ha sido lamentada su pérdida física pero no así los recuerdos que, entre la flota reporteril que tuvo la oportunidad de conocer a un buen hombre que siempre pensó en el bienestar de los demás.

La noche de este jueves, Reynaldo de Jesús dejó de existir a 101 años de vida que recién había cumplido el pasado 8 de octubre. Todos le recuerdan por la lucidez de su mente, la que siempre dijo será más fuerte que su cuerpo y que sería la que siempre traspasará el tiempo.

Es considerado el pionero del periodismo en Poza Rica y de municipios de la región norte de Veracruz, ejerció durante más de 50 años en las empresas como reportero y corresponsal El Mundo de Poza Rica, El Mundo de Tampico y El Dictamen.



A los 93 años de edad tuvo que abandonar la labor informativa, tras resbalar al salir de sus oficinas y se dirigía a su hogar, sufrió fractura de clavícula y golpes en la cabeza que, por indicaciones médicas, tuvo que permanecer en reposo y desde entonces no pudo reintegrarse, pero sí mantener su mente brillante hasta el último momento de su vida, al lado de su esposa Elodia González, con quien compartió 53 años.

El periodista es originario de Papantla, fue profesor de educación primaria, su gusto por la música y la poesía se le reconocía, decidió finalmente inclinarse por el quehacer periodístico, narran sus colegas y amigos, Felipe Márquez y Mario Noriega, que siempre fue una persona querida, sin conflictos y de múltiples proyectos de tipo social. Fue administrador de las llamadas Obras Sociales que en su época conformaron la construcción de la escuela primaria Articulo 123 “María Enriqueta”, la sociedad cooperativa del STPRM de la Sección 30, el Cine Social y el primer edificio sindical de esta organización petrolera.

Fue impulsor de la primera organización de periodistas, la misma que lleva actualmente su nombre. Su primer presidente, Mario Noriega Villanueva, detalló que fue un hombre ejemplar de honradez y ética de comunicador, siempre dispuesto a ayudar a las nuevas generaciones que surgían en la profesión, pero también un ser humano que mantenía su alma de niño siendo bromista con sus compañeros.



"Siempre carismático, amigo de los periodistas e incluso de los funcionarios, de los que alguna vez criticó porque se equivocaron en sus decisiones y él tuvo la necesidad de cumplir con su deber de comunicador para que la ciudadanía creyera en los periodistas como debe ser".

Sus restos se velan en una funeraria de la colonia Ricardo Flores Magón, su esposa y seis hijos que le sobreviven le recuerdan de la misma manera que los periodistas pozarricenses, un hombre de rectitud y leal a sus valores.