Empresa veracruzana busca frenar la extracción ilegal de corales en el país

Según un estudio realizado en 2008, una quinta parte de todos los arrecifes de coral en el mundo ya han muerto o desaparecido, y Veracruz, cuenta con la segunda barrera coralina más grande en México, la cual ha sido explotada de manera ilegal para venderse clandestinamente en el país y el extranjero.

“Es muy importante hacer conciencia, porque las barreras coralinas son las que nos mantienen protegidos. Aproximadamente el 70 por ciento del planeta está cubierto de agua, y si empezamos a destruir los arrecifes, podemos tener problemas con los tsunamis y terremotos”, apuntó Leonardo Castillo Atla, licenciado en Derecho con especialidad en Derecho Ambiental.

Al darse cuenta de esto, Leonardo, a través de su acuario Isla Tortuga, decidió impulsar la manufactura de arrecifes de coral artificiales a base de resina no tóxica para las diferentes especies acuáticas, la cual representa una opción mucho más económica y duradera.

“Nosotros buscamos una solución ambiental; nuestro coral no le pide nada a uno natural, y además de ser totalmente legal y tener muchos beneficios económicos; exige menos luz, menos mantenimiento, y son totalmente lavables”.

Isla Tortuga, junto con Arrecifes Nitoba, son los únicos fabricantes en México de este tipo de coral artificial, los cuales son 100 por ciento de manufactura veracruzana, ya que se fabrican en Córdoba y Xalapa.

A pesar de que su producción lleva más de dos décadas, Leonardo decidió involucrarse a su venta para evitar la extracción y propagación ilegal de los corales en los últimos años.

“Este negocio antes se hacía en pequeño, ya que la gente se inclinaba por los corales naturales, pero ahora la PROFEPA y SEMARNAT están empujando mucho y tratando de frenar la reproducción ilegal de los corales vivos”.

Leonardo afirma que por lo menos el 80 por ciento de la venta de coral natural en Veracruz se da de forma ilegal, ya que la única empresa con permiso para venderlos en la entidad es Corallium.

Apuntó que ahora tanto el vendedor como el comprador y el vendedor de coral natural extraído de forma ilegal, se expone a multas elevadas por parte de las autoridades.

La alta calidad de sus corales de tipo cerebro, acroporas, palmatas e inclusive la creación de mangles artificiales, han logrado que Leonardo venda sus piezas a acuarios como el de Inbursa, el más grande de América Latina, localizado en la Ciudad de México y propiedad de Carlos Slim, así como en el Acuario de Veracruz.

“Estamos remodelando e insertando varias de nuestras piezas en el acuario Inbursa; en el acuario principal de Veracruz se colocó una pecera circular de acrílico con nuestros corales”.

A pesar de no tener tanta distribución dentro de la entidad, han logrado que acuarios y peceras de estados como Oaxaca, Chiapas, Tabasco, Mérida, Quintana Roo, Jalisco y Sinaloa ya empiecen a utilizar los corales artificiales.

Además, Leonardo busca crear una cultura en la que los aficionados a los peces, y la población en general, empiecen a conocer la forma correcta de disfrutar de las peceras y así frenar la venta indebida de sus diferentes elementos.

“Tenemos cursos de iniciación en los que se le enseña a los niños y jóvenes la compatibilidad de los peces y los diferentes tipos de agua; queremos que sepan la manera correcta y legal de crear sus acuarios”, finalizó.