Delfines, contaminación y malas herramientas golpean pesca artesanal en Alvarado

Factores ecológicos, económicos y sociales complican la actividad pesquera artesanal, señala un estudio realizado en tres comunidades de Alvarado por parte del Instituto de Investigaciones de Ciencias Marinas y Pesqueras de la Universidad Veracruzana.

Al respecto, el investigador de la institución, Eduardo Morteo, comentó que si bien las comunidades Escollera, Arbolillo y La Antorcha todavía practican dicha actividad, el poco conocimiento que tienen en cuanto a técnicas de pesca, la poca infraestructura con la que cuentan y factores de contaminación en lagunas, mares y ríos han afectado su labor.

“Tradicionalmente la pesca artesanal está relacionada con sectores económicos marginados, si a esto le sumamos el tipo de redes con las que cuentan, sus embarcaciones pequeñas, su poco conocimiento para interactuar con los delfines y algunos factores ambientales, lógicamente se complica más”, refirió.



Aunque no precisó qué tanto han afectado las contingencias ambientales producidas por derrame de crudo o hidrocarburos, el investigador enfatizó que los delfines son uno de sus principales problemas pues pelean por alimentos con los pescadores.

“Uno de los principales problemas que enfrenta la pesca artesanal a nivel mundial es precisamente la interacción con delfines. En países como Brasil la interacción es positiva, es decir de alguna manera los pescadores y los delfines se entrenaron mutuamente para ayudarse a pescar.

“Ellos llegan emiten una especie de señal chapoteando el agua, los delfines se forman, los pescadores hacen una barrera con sus redes y en un momento los delfines se acercan a la red formando una hilera y todo lo que está en medio lo mueven hacia la red. Al final, les dan una porción de lo que pescan y así se ayudan mutuamente”, explicó Morteo.



Pero así no sucede en las comunidades de Alvarado, donde los delfines limitan las ganancias y el consumo de las familias.

“Precisamente el objetivo de este estudio es proveerlos de herramientas alternativas o incluso conceptuales en su estilo de pescar a fin de tratar de que tengan una mejor condición laboral y alimenticia, protegiendo además el medio ambiente y a los propios delfines”, destacó.

Precisó que en las tres comunidades estudiadas la mayoría de las familias ocupa el 40 por ciento de lo que pescan para consumo y el 60 por ciento restante lo destinan para su venta, lo cual recorta sus ingresos y ganancias.



“La mayoría de lo que pescan es para su venta, aunque tienen un promedio de autoconsumo más alto de lo que se esperaba, en algunas comunidades es del 40 por ciento”, dijo.

Lo anterior, comentó, repercute en su calidad de vida e incluso alimentaria, por tal motivo, actualmente la pesca artesanal cada vez se complica más, aunque los propios pescadores han buscado una adaptación.

Este jueves, Morteo presentó su ponencia “Estrategias de Seguridad Alimentaria en Pescadores Artesanales”, como parte del VII Foro Nacional para la Seguridad Alimentaria y Nutricional que organiza la Facultad de Nutrición en el marco del Día Mundial de la Alimentación en las salas de videoconferencias de la Unidad de Servicios Bibliotecarios (USBI).