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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Los políticos deben decir la verdad
Francisco L. Carranco
17 de agosto de 2015
alcalorpolitico.com
Los partidos políticos vinculados, directamente al estado, enfrentan problemas muy severos al intentar accionar dentro de su “relativa” autonomía. Es decir, ningún líder de partido asociado directamente con la autoridad suprema del estado podrá actuar sin consentimiento subordinado del jefe de las instituciones.
 
Por eso la reciente declaración del líder del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra, en el sentido de que, los priistas, no callaran ante los “infundios” de la sociedad que protesta y se manifiesta a través de las redes sociales, es considerada tardía porque se da en un acto político como discurso, otra cosa hubiera sido que los priistas hubieran salido a equilibrar las cosas desde el primer momento en que empiezan los señalamientos de culpabilidad del ejecutivo sobre el caso de la colonia Narvarte ocurridos en la ciudad de México.
 
Una nueva oportunidad surge para salir a la palestra ahora que, aún no acaba el novenario de Rubén Espinoza, y, en el estado, se lamenta la muerte de otro periodista ejecutado junto con personas asociadas a la delincuencia organizada en un presunto ajuste de cuentas o vendetta entre contrarios.
 

Lo que deriva en varios puntos de vista para una línea de investigación: qué hacía un periodista con presuntos delincuentes conviviendo en un céntrico bar de la cd. De Orizaba. Cómo es posible que delincuentes, del calibre que dicen las autoridades que eran los muertitos, deambulen por las calles y convivan en bares de esa ciudad. Quienes fueron los que ejecutaron a las víctimas, acaso, hay más grupos que se disputan la plaza, controlada por la Fuerza Civil.
 
Una verdad indiscutible es que: geográficamente, el estado de Veracruz es muy grande para la cobertura y control que un gobernador puede mantener sobre sus gobernados, sus instituciones, los problemas, soluciones y salvaguarda de los derechos y seguridad pública de los ciudadanos.
 
Indiscutible también es que, el Gobernador en turno, tiene la potestad única de nombrar a los funcionarios responsables de que cada institución, dependencia, oficina para que éstos puedan garantizar plenamente, dentro del marco legal y jurídico las políticas públicas, las leyes y reglas que emanen de éstas y que la propia constitución obliga.
 

Por ello invocamos a los militantes priistas, para que se manifiesten en contra de todos aquellos malos funcionarios a los que se les ha conferido un puesto para cumplir con las expectativas de la sociedad en el cumplimiento de las políticas públicas y que, con esas fallas, comprometen la acción gubernamental y al propio ejecutivo.
 
Este nuevo hecho ocurrido en Orizaba recientemente y que, tiene connotaciones similares a los últimos acontecimientos violentos y que incluye la presencia de representantes de los medios informativos, da cuenta de que el ambiente de inseguridad está latente en cualquier lugar del estado.
 
En Córdoba, también, ayer, fueron ejecutados con arma de fuego dos personas sin tener, aún, datos de quién o quiénes ultimaron y por qué los atacaron
 

Sobre este asunto el aparato institucional guarda silencio, los políticos se hace ajenos a los hechos y dejan sólo al jefe de las instituciones, cuando deberían pugnar por hacer mejor las cosas; los funcionario, sobre todo, los del ramo de la seguridad que deben de aplicarse mejor para lograr eficiencia en la persecución de los delitos.
 
Recientemente el Secretario Gobierno, Flavino Ríos, dijo que los políticos deben decir la verdad, entonces, queremos saber la verdad del por qué el ambiente es peligroso en cualquier latitud del estado. Que el país es inseguro claro lo sabemos, lo que no sabemos es que está haciendo el propio estado para reducir el índice de violencia, delitos, crímenes que reviven la incertidumbre de poder vivir en paz.
 
Devolver la tranquilidad requiere de un mayor compromiso, los responsables deberán de profundizar sus métodos y adoptar medidas de inteligencia para investigar las causas del por qué la criminalidad y delincuencia no desciende.  
 

La delincuencia no debe rebasar el estado de derecho y las promesas de salvaguardar los bienes y la vida de los ciudadanos es una medida urgente que hay que proveer a la sociedad.
 
Al respecto nada se oye. Y como dice esa sabia frese de la filosofía popular: “…Los mariachis Callaron!
 
 Suburbio 1
 

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