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Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Nuevo reglamento de Tránsito, sí pero no
Francisco L. Carranco
29 de junio de 2015
alcalorpolitico.com
El nuevo reglamento de Ley de Tránsito para el estado de Veracruz entró en vigor a partir de su publicación en la gaceta oficial, con todas las reservas, y desde ese día está listo para sancionar a los automovilistas, transportistas y peatones que no se sometan a la nueva normatividad.
 
Sin duda, este reglamento era, urgentemente, necesario para tratar de controlar la vialidad y circulación de vehículos privados y de transporte público, en sus diferentes modalidades, para contrarrestar los altos índices de accidentes y violaciones al libre tránsito por las calles, banquetas y arroyos vehiculares.
 
Obviamente, las suspicacias de los veracruzanos sobre la aplicación de las reglas por parte de las autoridades, hay que controlarlos, y la aceptación de la propia ciudadanía involucrada en cumplirlas que, dicho sea de paso, incluye el compromiso del peatón, ha generado mucho resquemor, sobretodo, por la imagen actual de los oficiales de tránsito y/o policía vial que están en un rendimiento muy por debajo de las violaciones cotidianas del reglamento vial.
 

Esto quiere decir que la sociedad no sólo en Xalapa sino en todo el estado de Veracruz, necesita saber las reglas exactas que la ley exige al ciudadano, pero, también en la misma medida quiere saber las reglas que los oficiales y las autoridades deben cumplir y cómo se van a comportar apegados al reglamento para que sea reciproca la relación.
 
De hecho la publicación oficial no fue del agrado de la ciudadanía y automovilistas porque las multas por las sanciones parecen arbitrarias y con fines recaudatorios más que inhibitorias para que la gente se conduzca con apego al reglamento.
 
A ese respecto Edmundo Martínez Zaleta, director de Tránsito y Seguridad Vial, dijo, que está en vigor pero no se ha aplicado porque precisamente necesita el consenso de los involucrados, por un lado, los automovilistas y por el otro los ciudadanos.
 

Organizaciones y agrupaciones hasta de derechos humanos se manifestaron y criticaron el contenido del reglamento porque hubo varias modificaciones que, en su aplicación, aparentan ser muy leoninas, contra los ciudadanos. Esto debe cuidarse mucho porque una interpretación unilateral como parecen en ocasiones las leyes son las que generan actos de corrupción y prepotencia de los “agentes del orden” contra los ciudadanos bajo el amparo de la Ley.
 
Por eso, es congruente que, Martínez Zaleta, reconozca que el reglamento aún pueda sufrir modificaciones y adecuaciones en los artículos, obviamente, con la anuencia de la población. “Escuchamos todas las voces y en un término breve haremos las modificaciones procedentes y hasta entonces podemos decir ya hay un documento final”, se comprometió.
 
El temor de los ciudadanos es que cuando aplican una nueva Ley, el ejercicio de ésta es con carácter autoritario, inhibidor y, en ocasiones, represivo. Por lo tanto, la ignorancia del ciudadano cuando comete una violación al reglamento, lo somete al unilateral punto de vista de la autoridad; sí éste está capacitado y se apega a derecho el ciudadano es probable que reconocerá su falta, pero si la autoridad se comporta agresivo, prepotente y autoritario empezarán los problemas entre las partes y lo más seguro es que todos se arregle en lo obscurito con la tradicional “mordida” por no conocer el reglamento.
 

El Director, Edmundo Martínez Zaleta, deja entrever que probablemente la autoridad destine tiempo y recursos para orientar a la sociedad, las reglas contenidas en el documento requieren de un ciudadano aceptablemente culto y solidario ya que, como peatón, debe cubrir normas de cortesía, por ejemplo, caminar por la derecha en las banquetas y cruzar las calles solamente en las esquinas y esperar las luces de los semáforos.
 
Luego, en el contexto social tan peligroso para la gente, en donde la circulación y vialidad de automovilistas y choferes de transporte público taxis y camiones, así como motociclistas de servicio a domicilio, ciclistas que circulan por las banquetas, transporte escolar, motociclistas, todos, todos ante la ausencia de reglas claras y ausencia de “oficiales” que cuiden el orden han provocado una anarquía total en la vialidad en Xalapa y otras ciudades, provocando un aumento en los índices de accidentes, cuantiosos daños físicos y materiales en personas atropelladas o lastimadas en colisiones.
 
Los menesterosos que piden limosna, los que solicitan cooperación, distribuyan publicidad, y se manifiesten deberán pedir permiso y organizar las protestas, esto es un asunto delicado porque habrá ejercicio de la fuerza pública y multas que pueden agravar la relación gobierno – gobernados.
 

Por lo pronto, no fue bien recibida la noticia del reglamente por su contenido. La propia autoridad evaluará y consensará con la ciudadanía las modificaciones y su aplicación, esto provoca unas preguntas ¿por qué no hicieron la consulta antes de asustar a la gente? O ¿Acaso solamente querían medirle el agua a los camotes?
 
Suburbio 1
 
Sería bastante bueno saber con cuantos efectivos cuenta la Dirección de Tránsito y si son confiables o acreditados como servidores públicos, porque el trato que dan, actualmente, a la ciudadanía es bastante deplorable sobre todo en las oficinas centrales, no me los imagino aplicando el nuevo reglamento.
 

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