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Columnas y artículos de opinión
Café científico
Graduación radioactiva
Paula Ximena García Reynaldos
26 de junio de 2015
alcalorpolitico.com
Para Yder Miguel, por sus graduaciones presentes y futuras.
 
Estamos a mitad del año, que coincide más o menos con el fin de los ciclos escolares en todo el país, es entonces temporada de las que llamamos “graduaciones”, sin que realmente en todos los casos estemos usando bien el término graduar, pues tal como refiere el Diccionario de la Real Academia Española, esto se refiere a: “recibir un título de bachiller, licenciado o doctor”, o en todo caso a: “conceder otro tipo de grado en un centro de enseñanza autorizado para ello”, sin embargo, aunque me gustaría pensarlo así, mi hijo no recibirá el grado de “preescolar”, cuando en unas semanas concluya esa etapa de su educación. Pero detalles más, detalles menos, sí que estará terminando una etapa importante de su vida, al igual que sucederá con muchos otros niños que concluyan en estas fechas otras etapas de su educación.
 
Por eso sean o no graduados, es que nos gusta compartir este tipo de acontecimientos con nuestra familia y amigos, tal como han hecho muchos otros desde hace mucho tiempo. Lo mismo que hizo Marie Curie, el 25 de junio de 1903.
 
Hace 112 años, quien entonces ya era Madame Curie -pues se había casado en 1895 con el físico Pierre Curie y había tenido ya a su primera hija, Irene, en 1897- tuvo una verdadera graduación, no en el sentido de una gran fiesta, pero sí del acontecimiento en el que recibió el grado de doctora.

 
Marie presentó su tesis doctoral con el título “Sustancias Radioactivas”, ante un jurado de notables profesores de ciencias de la Sorbona: Gabriel Lippmann -físico que estudió el fenómeno de la interferencia de la luz y a partir de eso desarrolló el método para obtener fotografías a colores-, Edmond Bouty -que hizo estudios sobre la electrólisis- y el químico Henri Moissan -que aisló por primera vez el flúor, además de estudiar la producción de diamantes sintéticos-. Lippmann y Moisan posteriormente se volvieron aun más notables, pues recibieron el Premio Nobel de Física en 1907 y de Química en 1906, respectivamente. De cualquier forma la alumna a la que estaban examinando ese día de hace más de un siglo los superó.
 
En la tesis estaban plasmadas la investigaciones que Marie realizó sobre el fenómeno de la radioactividad entre 1897 y 1903, periodo durante el cual, entre otras cosas demostró y midió las propiedades radiactivas del torio, además de descubrir el polonio y el radio, describiendo además la naturaleza atómica de la radioactividad, también determinó el peso atómico del radio y preparó un compuesto de este elemento, el cloruro de radio. Por sus investigaciones sobre la naturaleza de la radioactividad, recibió ese mismo año el Premio Nobel de Física, que compartió con su esposo Pierre Curie y con su colega Henri Becquerel, convirtiéndose así en la primera mujer en recibir el galardón, además de que ser también la primera mujer en Francia en recibir un doctorado, y sólo la segunda en Europa: la primera había sido la alemana Elsa Neumann que recibió su doctorado por la Universidad de Berlín en 1899.
 
El examen de doctorado de Marie Curie, fue un acontecimiento público, al que asistieron muchos estudiantes y profesores de la Sorbona, no sólo por su cercanía con los esposos Curie, sino porque para entonces sus investigaciones los habían hecho famosos entre sus colegas, además de que simplemente el hecho de que una mujer obtuviera su doctorado en la Sorbona, ya lo hacía muy importante.

 
Aunque no llegó a tiempo al examen, estuvo invitado otro de los científicos que estudiaban entonces el fenómeno de la radiactividad: el físico neozelandés Ernest Rutherford -que ganaría el Premio Nobel de Química en 1908 por su descripción de las partículas que se desprenden en el decaimiento radioactivo-. Por lo que se sabe, Curie había invitado a Rutherford para que estuviera presente en su presentación, esperando quizá intercambiar con él sus ideas y resultados por la radioactividad, pues por más notables que fueran sus examinadores, ninguno era especialista, sin embargo, el viaje de Rutherford se retrasó, y aunque no estuvo en el examen, sí participó en la cena que se hizo esa noche en honor del doctorado de Marie, donde seguramente tuvieron tiempo de compartir información.
 
No sólo los amigos y colegas de Curie asistieron al examen y festejos posteriores, también la familia estuvo presente. Por supuesto ahí estaba su esposo Pierre y sabemos que al menos Bronya, una de las hermanas mayores de Marie, quizá la que era más cercana a ella, viajó desde Polonia hasta París para asistir al examen de su hermana. Se sabe también que fue ella quien insistió en que, debido a la importancia de la ocasión, Madame Curie debía usar un vestido nuevo, a lo que Marie, que era muy austera en su vestir, accedió con la condición de que, al igual que el vestido con el que se casó -de color azul marino-, fuera un vestido de color oscuro, con el que también pudiera trabajar en el laboratorio (sí, en esa época nadie usaba batas de laboratorio, que además ahora son blancas), por lo que en su examen usó un vestido negro nuevo.
 
Así aunque no he encontrado fotografías del acontecimiento en particular, por otras fotos de esas fechas, sí puedo imaginarme a Marie con vestido negro de cuello blanco, escuchando atenta las palabras del Profesor Lippmann, que había sido su maestro, cuando le comunicó la decisión de que el jurado le otorgaba el doctorado con mención honorífica. Hay quien dice que en ese momento el público de colegas, amigos y familia, estalló en aplausos. Yo no sé si lo hicieron, pero seguro si yo hubiera estado ahí lo habría hecho.

 
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