icono menu responsive
Columnas y artículos de opinión
Metrópoli
Un balance del Distrito X
Francisco L. Carranco
22 de junio de 2015
alcalorpolitico.com
POR: Francisco L. Carranco
 
Revisando el comportamiento estadístico de los resultados de la elección en el distrito diez Xalapa Urbano, en donde la candidata del PRI y Verde Ecologista, Elizabeth Morales García, recibió la peor segunda derrota histórica que un candidato y un partido puede obtener en una elección y que la sumió, tristemente, en el tercer lugar en orden descendente de las preferencias electorales.
 
Elizabeth Morales, la poderosa figura creada por la radio y televisión local en su momento, y con el auspicio de los gobernantes, políticos y uno que otro comerciante que aprovechó la influencia de aquel altruista programa a nivel nacional “A quien Corresponda” de Jorge Garralda, para establecer un canal de comunicación entre todos aquellos que necesitan con todos aquellos que puedan ayudar, a través de la versión veracruzana “usted no está sólo”.
 

Consolidó su presencia con la suma de voluntades que canalizaron esas aportaciones y donaciones de la sociedad civil, sector empresarial, y los tres niveles de gobierno para dar respuesta a tantas necesidades de los veracruzanos en situaciones difíciles, así gestionó ayuda para surtir la receta médica, aparatos ortopédicos, ropa, calzado, alimentos, utensilios de cocina, electrodomésticos, hospedaje a los que llegan a la ciudad por cuestiones de salud, mejorar las condiciones de su vivienda, de su calle o de su comunidad.
 
En pocos años, Eli, gozaba del embrujo que la televisión da y, obviamente, con la fortaleza del rating, casi de facto, la suspicacia de algún gobernante vio la forma de aprovechar el capital social de la conductora de las necesidades justas para convertirlos en capital político, es decir, votos para el partido gobernante.
 
Las mieles de la política embarran al más plantao, dijera el Bronco, y de inmediato la mutación del ser humano y social al ser público, convierte a la mujer luchadora de los pobres que sinceramente trataba de ayudar a una mujer luchadora por los votos que la hacían falta a un partido para seguir en el poder, así cambió su “vocación social” por la política y todo lo que eso representa.
 

Su momento mediático se vuelve trampolín para convertirse en diputada federal con una abrumadora elección, los padrinos no estaban equivocados y deja el programa, deja a los pobres y deja la ciudad, sólo regresa para convertirse en alcaldesa dejando trunco su paso en la Cámara de Diputados.
 
Nuevamente enfrenta al electorado y vuelve a repetir la dotación de votos para ganar la Presidencia Municipal de Xalapa, presume la votación, por supuesto, ella es la candidata que más votos ha obtenido en una elección en la capital de Veracruz, que se tenga memoria.
 
Justo con esa gran proyección de ser una mujer política con gran aceptación en la plaza, también creció una figura poco conocida en su trayectoria anterior, los desplantes que el poder otorga, la diferencia social marcada con todos los que la eligieron la hicieron intolerante y a todos los que antes ayudó fueron pasando al baúl del olvido, un estorbo, ahora solo le interesan los personajes con poder económico, político, las fiestas, los viajes, y la ambición de que todos los deseos se cumplen y capitalizan con recursos del erario público.
 

Llega a dirigir el destino de un Instituto Político, Los escándalos de la vida pública trascienden a la sociedad y la desatención de todos aquellos que la apoyaban llegaron al hastío, paulatinamente, Eli, construyó el abandono del pueblo, pero siempre pensando en ese capital que se volvió ficticio y alejado de la población.
 
El 7 de junio los electores salieron a las urnas y con sólo el 40% de los votantes lograron la venganza de lo que la mujer construyó, ahí quedó demostrado que la imagen poderosa que te da la televisión y el poder político es finito, es decir, si no lo cultivas y permaneces pues desapareces y así le pasó a la candidata del PRI, acabó en una de las peores votaciones que el PRI haya obtenido en Xalapa, y que junto con Reynaldo Escobar, son los peores números que alguien puede entregar.
 
Elizabeth no ganó ninguna casilla, sólo le quitó dos al PAN y en todas las demás instaladas sucumbió ante Morena, acabando con el mito de la mujer querida, de aquella que fue paladín de las causas justas para convertirse en el hazme reír de los personajes que juegan al político y que sin sustento vuelven al origen que la vio nacer.
 

Dónde quedaron las encuestas que le daban la preferencia por más de 30 puntos sobre el más cercano competidor, en sus casas porque no votaron y se quedaron viendo la caída de la política Elizabeth, que se quedó sola.
 
Suburbio 1
 
Nunca digas de esa agua no he de beber…
 

[email protected]