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Columnas y artículos de opinión
Votos y curules
Helí Herrera Hernández
26 de enero de 2015
alcalorpolitico.com
[email protected]
Twitter: HELÍHERRERA.es
 
El proceso electoral ya inició. Los partidos políticos están en sus procesos internos para seleccionar a los que serán sus candidat@s para, a partir de abril inscribirlos ante las autoridades electorales.
 
Son 10 los institutos políticos que participaran en las elecciones del domingo 7 de junio pero, como dice el refrán, de todos ellos unos perecerán en el intento y solo unos cuantos sobrevivirán.

 
Muchos de ustedes ya habrán leído, visto o escuchado a comunicadores de la radio, la televisión y prensa escrita; a periodistas y columnistas que desde finales de diciembre del año pasado han dado a conocer, como si tuvieran visitas al futuro, los resultados de esa jornada electoral, sin el análisis serio y objetivo que guiará a la ciudadanía a emitir su voto consciente y razonado, dejándose llevar, quizás, por la riqueza que cada partido político tiene, y sus prácticas, en razón de ello, para lograrlo.
 
Muchos de esos vaticinadores llevan años simpatizando con los dos partidos mayoritarios, ya por ideología o por formar parte de la nómina, y están dando por hecho que en lugar de bajar su votación la van aumentar. Otros, un poco más serios, razonan su pronóstico en razón de la popularidad de los candidat@s que empiezan aflorar, como el de Cuauhtemoc Blanco, pero sin profundizar en aspectos sociológicos, económicos y de hartazgo que, desde mi óptica, van a ser fundamentales en una elección intermedia a nivel federal, y ni se diga en aquellas entidades donde se elegirá gobernador y diputados locales, y ni qué decir en aquellas donde además de todos estos cargos de elección popular, se votarán también presidentes municipales.
 
Es en este contexto donde debemos evaluar la posible reacción de los mexicanos que acudan a sufragar. De aquellos que sigan considerando que por esta vía es como debemos combatir al modelo económico que nos oprime y agobia, y no con la abstención, que a final de cuentas favorece a esos dos importantes institutos políticos (PRI y PAN).

 
Así, de manera objetiva vaticino que el Partido Revolucionario Institucional perderá votos y curules por dos razones fundamentales: a) el desprestigio actual de la pareja presidencial que se han visto envuelta en escándalos de corrupción, tráfico de influencias, desde la casa blanca hasta la de Malinalco, pasando por la confusión que tiene la esposa del presidente de no distinguir la residencia oficial de los pinos con los estudios de grabación de Televisa, realizando desfiles de modas y pasarelas y b) por la situación que guarda la nación, donde la inseguridad sigue siendo el temor de la sociedad a pesar del discurso oficial que dice estar bajándola; de la situación económica que golpea a núcleos de población mayoritarios que teniendo empleos su salario ya no le alcanza ni para lo elemental, y qué decir de aquellos que llevan meses buscándolo sin encontrarlo.
 
El PAN que ya mostró su inoperancia como gobierno con Fox y Calderón, dado que ninguno cumplió con la oferta electoral que hicieron de gobernar mejor que el PRI, de combatir la corrupción y meter a la cárcel a charales y tiburones; de generar condiciones de bienestar a las masas sociales y de liquidar la inseguridad combatiendo frontalmente al crimen organizado, está apostando al olvido de los mexicanos para aprovechar este mal momento que vive el PRI para capturar esa inconformidad. Puede tener relativo éxito y me atrevo a decir que muchos de los votos que perderá el partido tricolor serán cachados por los blanquiazules que podrían aumentar sus diputados federales.
 
El PRD se cuece aparte. No necesita uno ser brujo de Catemaco o tener una bola de cristal para predecir que si un partido político va sufrir una merma considerable de votos es este partido. Su desgracia comenzó desde que firmó el Pacto por México aliándose con los partidos de la burguesía dizque para combatir la corrupción que permeaba en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, cuando internamente “los chuchos” son corruptos; dizque para democratizar las telecomunicaciones terminado con su voto de afianzar el monopolio de Televisa. Luego siguió el enfrentamiento de todas >las tribus que allí cohabitan<, mas tarde la salida de Andrés Manuel López Obrador para fundar Morena, arrastrando no solo a diputados federales y senadores, sino a importantes grupos de simpatizantes y militantes que han dejado al partido amarillo descobijado y desprestigiado y, para rematar, los casos del presidente municipal de Iguala con los normalistas de Ayotzinapa. Si antes era un orgullo ser miembro del PRD hoy, en el mejor de los casos, se oculta y se calla.

 
Será el partido que más votos y curules pierda. Abandonará sus porcentajes de votación de doble dígito. Dejará su tercer lugar de preferencia electoral (en algunas elecciones llegaron a ser segunda), para ubicarse, en el mejor de los escenarios, en cuarto sitio si no es que en el quinto.
 
Los partidos políticos que emergerán en este proceso electoral serán Morena y Movimiento Ciudadano, subirán sus porcentajes de votación y su presencia en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. El partido naranja lo hará también en los congresos locales y se alzará con victorias importantes en municipios y ciudades de la República Mexicana.  
 
Contra los agoreros de estos dos partidos la jornada electoral del domingo 7 de junio les dará sorpresas y más, cuando muchos de ellos auguran para el segundo la pérdida del registro nacional, inclusive.

 
El Partido Verde seguirá teniendo vida artificial. Se mantendrá como franquicia de juniors y como vocero y defensor de los intereses del monopolio Televisa quien seguirá “vendiéndole los spots a 380 pesos”, con artistas de renombre de esa industria que fabrica incultura, mientras que oficialmente los tiempos de esos comerciales oscilan en 400 mil pesos.
 
Para finalizar observo que el partido del Trabajo perderá el registro y los nuevos partidos Encuentro Social y Humanista no lo obtendrán, quedándome solo la duda respecto al PANAL, que lo veo en la tablita, al filo de la navaja, con probabilidad de perderlo más que de mantenerlo.
 
A 130 días del 7 de junio aquí están los pronósticos de los resultados que arroje la jornada electoral. Guardados para compararlos esa misma noche y ver si la dialéctica objetiva sigue siendo un método correcto para analizar y reflexionar sobre el futuro económico, político y social.